Llevo días pensando si Bolinaga se arrepintió de sus hechos antes de morir. Cometer actos violentos, con los métodos del terrorismo por unos ideales que me cuesta entender, matar por un trozo de tierra. «Esto es mío, pum!». Jose Uribetxebarria Bolinaga, acusado de terrorismo, asesinato y secuestros, el más destacado el del funcionario de prisiones José Antonio Ortega Lara que permaneció más de 500 días en un zulo. Bolinaga fue condenado a 178 años de cárcel por el asesinato de tres guardia civiles y a 32 por el secuestro. En agosto de 2012 la Audiencia Nacional le puso en libertad alegando una enfermedad terminal. Fallece este año a los 59 años. Días antes de su muerte la Fiscalía de la Audiencia Nacional le imputó por el asesinato de un guardia civil en 1986, solicitando 29 años de prisión. Una biografía espeluznante para estar 15 años de tu vida en la trena y salir para morir. No entiendo este terrorismo ni el que ahora más preocupa, el yihadismo.
VOLVIENDO a Bolinaga, cuando en 2012 nos enteramos que salía a morir en su casa con dignidad pensé que de ser Lara primero hubiera apoyado la controvertida decisión de la Audiencia Nacional de ponerlo en libertad por enfermedad y segundo me hubiera ofrecido para abrirle la puerta de la celda. ¿Cuál hubiera sido la reacción de Bolinaga? ¿Le hubiera desarmado de sus ideales? Los actos bellos dejan sin argumentos por eso tras el reciente atentado terrorista en la revista satírica francesa «Charlie Hebdo» me quito la boina ante los imanes y musulmanes residentes en España o en París que salieran a la calle a mostrar su rostro pues ellos no comparten esos ideales de terror. Otros que dieron una lección de humanidad.
@sernariadna