He decidido adelantar la jornada de reflexión porque el 25 de junio tengo planes y lo de dejarlo para el día anterior me viene un poco justo. Me ahorraré la campaña electoral porque tampoco se esperan grandes sorpresas. Se podría hacer redifusión de los mítines y debates de la campaña anterior, para evitar gastos superfluos. Son los mismos líderes con los mismos collares, lanzando mensajes previsibles, planos y repetitivos que podrían sintetizarse así:
- La salida de la crisis y la unidad están en peligro. Cuidado con los experimentos y el extremismo. La corrupción es agua pasada y está muy repartida.
- Somos el cambio. Hablaremos con todos, menos con el más votado. Cuanto peor resultado sacamos, más respaldados nos sentimos por todos menos por el más votado.
- Si queréis cambio de verdad, votad comunista y bolivariano. Iremos hacia una república anticapitalista y asamblearia.
- Ni Rajoy ni Iglesias… una regeneración democrática no independentista, sin extremismos pero tirando a Sánchez.
Mientras el Parlamento esté lleno de okupas, todo seguirá igual o peor. Ganarse el sueldo es ayudar a resolver los problemas de la gente (no los de mi partido) y mejorar la convivencia. La auténtica política es eso. Lo otro es lucha por el poder.
Estamos inmersos en una dinámica de incumplimiento deliberado de la ley, violencia antisistema y enfrentamiento radical entre españoles, como en los viejos tiempos… ojalá votando se arregle.