Les pido disculpas nada más empezar, queridos lectores, porque con el calor que hace no sé muy bien lo que estoy escribiendo. El termómetro no deja de golpearnos inmisericorde, hace un calor que derrite la mollera, o como diría nuestro presi, unos hilillos de temperatura, o unos grados aislados. Las gotas de sudor recorren mi frente y caen peligrosamente sobre el viejo teclado, si llego a los 3500 caracteres de este artículo sin que me dé un calambre, o un golpe de calor, me doy por satisfecho
No es por excusarme, pero todos sabemos que la hipertermia, el calor excesivo, dificulta los impulsos nerviosos y crea cuadros de confusión, además de aumentar la sensación de cansancio y provocar insomnio. Bajo estas condiciones meteorológicas uno debería ser más prudente con lo que hace, o con lo que dice, porque es fácil hacer, o decir, más idioteces de las normales. Más incluso de las que dicen los marichulos internacionales, casposos y peligrosos al estilo Trump, Putin, o el macho alfa patrio por excelencia, con permiso de Bertín, Rafael Hernando, ese portavoz del buen rollo y las buenas maneras.
Supongo que es lo que les ha podido pasar a la pareja formada por Akahi Ricardo y Camilla Castello, que sostienen que: «Los seres humanos pueden vivir perfectamente sin comer, porque están en sintonía con la energía liberada por el Universo y se alimentan de ella a través de la respiración». Solo comen algo de fruta y verdura tres días a la semana y organizan cursos de lo que ellos llaman respirianismo. Verás como a alguna celebrity flipada de Hollywood le dé por seguir tan loca alimentación para mantener un cuerpo perfecto, el negocio que se va a montar vendiendo latitas de aire con energía del Universo a precio de oro para las operaciones bikini. O como se entere Endesa de que hay una energía del Universo cósmico que ellos no explotan para luego estafarnos a nosotros, la montaran parda para seguir con su oscuro y lucrativo negocio.
El golpe de calor es también lo que le debió dar al consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Jesús Sánchez Martos, cuando, para combatir las altas temperaturas en los colegios de la capital dijo: «...dobla, dobla, dobla y tienes el abanico…». Toma ya el lumbreras, de invertir para aclimatar no hablamos que hay que pagar mucha corrupción. Lo mejor es que los niños se hagan abaniquitos con un folio.
El calor extremo también nos pone de una mala leche que no hay quien nos aguante, irritables y mosqueados con todo. Y eso le debió pasar al que escribió el horóscopo en este mismo diario. Fíjense las lindezas que soltaba: «Tauro. Salud mala. Capricornio: faringitis. Libra, bajón de vitalidad. Géminis, termine con sus adicciones. Aries, haga más ejercicio». No sé que debió ver en las estrellas ese día pero no dejó títere con cabeza. Daba igual como estuvieran alineados los planetas que él, o ella, veían mal rollo por todos los lados. Acaba con una frase rotunda para los Piscis, «no haga concebir a nadie falsas esperanzas». Menos mal que no creemos en astrólogos ni videntes, sino el bajón hubiera nivel subsuelo.
Espero que el termómetro afloje un poco y la gente pueda disfrutar en Ciutadella de las fiestas de Sant Joan tomándose unos gin amb llimonada bien fríos, sin prisas, sin agobios, sin problemas, y sudando solo lo necesario. Con tanto mal rollo suelto nos merecemos todos desconectar y estar fresquitos de cuerpo y mente. Feliz jueves, pero sin achuchar que se suda mucho.