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Dietario

Groucho en escena

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3-XI-18

«Dicen que la humanidad se puede dividir entre aquellos cuya infancia fue un infierno, en cuyo caso siempre vivirán perseguidos por ese fantasma, y aquellos que disfrutaron de una niñez maravillosa, que lo tienen aún mucho peor porque perdieron para siempre el paraíso». Me viene a la memoria esta cita apócrifa que trae a colación Rosa Montero en su libro «La ridícula idea de no volver a verte», mientras estoy reunido a manteles (frase cursi donde las haya, sobre todo si no hay manteles, como es el caso) con pre setentones inminentes, algunos, y otro recién consumado. Y acude a mi mente porque el noventa y cinco por ciento de la conversación evoca estampas no ya juveniles sino de la primera infancia. Y reímos, reímos y volvemos a reír pese al contexto de aquellos años de uniformes y sotanas, culpas y redenciones.

5-XI-18

Placidez seráfica en el Ateneo (compruebo una vez más en su sala de actos que a pesar del ruido y la furia del actual debate político, hay mucha gente que se resiste al tremendismo, todo un lenitivo), mientras el notario y politólogo J.J. López Burniol desgrana su templada y atinada visión de la Catalunya actual, una sociedad fracturada frente a un Estado infravalorado por los independentistas. España es mucho más fuerte y resistente de lo que imaginaban, y ya Hannah Arendt nos enseñó que ninguna revolución es posible allí donde la autoridad del Estado se halle intacta...

Según el notario tarraconense, no estamos ante el problema catalán sino ante la cuestión de la estructura territorial de España (reparto de poder, en suma), un problema que arrastramos desde hace ciento veinte años y que solo se puede resolver políticamente, mediante acuerdo. Así parece haberlo comprendido el presidente Sánchez, nos dice el conferenciante, al apostar decididamente por la vía política y el diálogo transaccional: Catalunya debe ser reconocida como nación, blindar sus competencias culturales, instaurar un tope fiscal, la agencia tributaria debe ser compartida y el texto resultante sometido a referéndum («tarde o temprano se va a tener que votar») y si sale No, no queda más que la vía quebequesa de una ley de claridad, o una conllevancia cada vez más difícil.

Estando básicamente de acuerdo con su planteamiento, sobrenadan algunas dudas razonables: ¿Es posible cualquier tipo de solución política con políticos en la cárcel? ¿Van a aceptar los tribunales europeos a los que posiblemente recurrirán los independentistas el peculiar concepto de violencia que defiende el juez Llarena? Fue Groucho Marx quien planteó la duda: ¿A quién va a creer usted, a mí o a sus propios ojos? Las imágenes de televisión fueron muy claras…

6-XI-18

La nieta en casa. Acaba de cenar y se ha ido a la cama. Parece tener sueño. Empieza el partido europeo del Barça. Todo en orden.

- Tu nieta te llama -me dice la yaya al cabo de escasos minutos.

- ¿Qué quieres, ratolineta?

- Roseret.

- ¿Qué?

- Que me cantes Roseret.

- ¿Ahora?... Ejem, es que está jugando el Barça.

- ¿Qué es más importante para ti, el Barça o tu nieta?

- Roseret de roses blanques, qui mos ho havia de dir, la la ri la ra…

7-XI-18

La radio matutina me provoca sensaciones agridulces. Por una parte transmite la sensación de desprestigio de la justicia española, zarandeada por la errática resolución del «caso hipotecas» y cuestionada de nuevo por tribunales europeos, ahora con el «caso Otegui», como certifica el Tribunal de Luxemburgo; por otro lado, el resultado de las elecciones midterm en E.E.U.U. suponen un primer dique de contención contra el trumpismo, aunque certifican la consolidación del magnate neoyorquino como firme aspirante a la reelección dentro de dos años. Pero para el pesimista que no espera gran cosa del género humano el no haberse levantado hoy con una pavorosa ola trumpista en el horizonte no es poco alivio…

13-XI-18

Llama la atención la facilidad con que se ponen de acuerdo los dos partidos tradicionales en según qué cuestiones (techo de gasto, con cambio constitucional exprés, reparto de jueces), y la imposibilidad del gran pacto ineludible, el educativo. En el horizonte, la octava reforma educativa de la democracia, ¿quién da más? Quizá el eterno Groucho…

15-XI-18

Y Groucho se reencarna en la vicepresidenta del Gobierno cuando trata de justificar, con cara de póker, los llamativos cambios de opinión del presidente Sánchez. La parte contratante de la primera parte contratante…

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