Hace un par de semanas, por la tarde del llamado Viernes Negro, en pleno puente del día de Acción de Gracias, el gobierno de Estados Unidos publicó el último capítulo del informe sobre el cambio climático. Fue en el momento que se esperaba que hubiera mínima atención por parte del público y la prensa. Pero su contenido alertó a mucha gente.
El documento no solo contenía información sobre los cambios en el medio ambiente, sino que incluía información sobre consecuencias para la economía de Estados Unidos. Este es el segundo volumen del informe, cuyo primer volumen se publicó el año pasado y está apoyado por trece agencias del gobierno federal. El documento afirma: "El clima de la Tierra está cambiando ahora más rápidamente que en ningún momento de la historia moderna de la civilización, primariamente debido a actividades humanas".
La afirmación no podía ser más clara ni más contundente. El informe añade que el cambio climático amenaza a la salud y al bienestar de los americanos causando un aumento en fenómenos meteorológicos extremos, cambios en la calidad del aire, propagación de nuevas enfermedades por insectos y otras pestes y cambios en accesibilidad de alimentos y agua.
Aunque el informe se dirige y describe la futura evolución en América, los mismos conceptos se aplican al resto del mundo.
Es un aviso bastante dramático y en este sentido sorprendente.
Una de las primeras consecuencias es el aumento de olas de calor y la disminución de las de frío. No solo esto sino que las temperaturas máximas en estas olas de calor aumentan más que la temperatura media. Por otra parte el número de días bajo cero disminuyen.
Otra consecuencia del cambio ha sido ha sido el aumento en las áreas quemadas por fuegos en el suroeste del país. Análisis de los datos disponibles sobre las áreas quemadas entre 1984 y 2015 es el doble de lo que se hubiera quemado si no hubiera el cambio climático. Imagino que en España se podría hacer un estudio similar, si es que no se ha hecho ya, y no me sorprendería ver también un serio incremento de áreas quemadas.
Un tercer problema asociado al cambio climático es la subida del nivel de mar. En Estados Unidos en las zonas costeras hay unos 49 millones de casas, y en una zona de un octavo de milla de la costa hay casas y negocios por valor de 1,4 millón de millones de dólares. En la zona del Atlántico y Golfo de México, las más afectadas por la subida de nivel del mar, se estima que para la mitad de este siglo se habrá destruido propiedad por valor de mil millones de dólares. Esto creará un problema de emigración de quienes vivan cercanos a la zona costera que puede ser complicado de resolver.
Muchos más problemas sobre el impacto económico del calentamiento global se citan en el informe. Imagino que para dar a entender el impacto del cambio climático, el informe se ha dirigido a problemas económicos inmediatos en los Estados Unidos. No son comentarios globales imprecisos en espacio y tiempo sino impactos muy concretos que afectarán a la vida de los americanos.
¿Y cómo ha reaccionado el primer responsable del país en tratar de mitigar lo más posible estas con secuencias, el presidente Trump? Pues como lo haría un tonto súper engreído. Sus primeras declaraciones han sido: "Uno de los problemas es que numerosas personas como yo, con altos niveles de inteligencia, no nos lo creemos". ¿Es posible ser más arrogante y falto de responsabilidad? Esta frase por si ya retrata a ese hombre.
Trump se desentendido de que este sea un problema de Estados Unidos diciendo: "Mirad a nuestro aire y a nuestra agua, están limpios como nunca. Pero si miras a China y partes de Asia y miras a América del Sur y cuando miras a otras partes del mundo, incluyendo Rusia, incluyendo a muchos otros lugares, el aire está terriblemente sucio y cuando hablas de la atmósfera, los océanos son muy pequeños". O sea que el problema es de los demás.