Ya se acabó enero y con ello se acabó mi estancia anual en Hawaii, este año en la isla de Maui. El Congreso anual sobre Ciencia de Sistemas aumenta cada año en numero de participantes, este año pasamos de 1100. Una buena ocasión para discutir de forma relajada con profesionales de muchos países.
Es agradable poder estar en el mes de enero en un clima primaveral en las proximidades del mar. Hawaii tiene los paisajes bien cuidados, sus parques son de gran belleza y uno puede pasear y como a mi me gusta hacer, sentarse a dibujar. La variedad de arboles es grande y a mi me gusta hacer de los árboles los protagonistas de mis dibujos.
Una ventaja de los árboles al dibujar es que están quietecitos y si has empezado un dibujo un día, puedes volver al día siguiente a terminarlo y allí suelen estar en la misma pose. Es curioso como uno puede ver parte de su historia en la forma en que han crecido sus troncos. Dos árboles de la misma familia y que han crecido juntos pueden mostrar vidas muy diferentes.
En Hawaii la estructura de los troncos de los árboles puede ser muy compleja, sobre todo los que crecen cerca del mar. Los troncos se retuercen y crecen en forma increíbles. Es todo un placer el ver esos árboles en el contexto de unos paisajes tan hermosos.
En esta atmósfera, lejos del resto del mundo, uno se puede olvidar de la política y de los políticos. Algo que supone un gran descanso en estos momentos de tensión en que las bases de la democracia parecen estar en peligro.
Paseando junto al mar por el parque de Kamala, no solo admiraba la naturaleza, sino que también me daba cuenta de como en estas islas, la evolución hacia la autonomía energética y el uso de energías renovables va avanzando a gran velocidad. Todas las luces del parque están ya alimentadas por energía solar, campos de molinos de viento se ven en la lejanía y la mayoría de casas tienen placas solares en el tejado.
Hawaii es uno de los estados de Estados Unidos que más ha avanzado en el uso de renovables y tiene un plan en marcha para llegar al 100 por cien de uso de este tipo de energías para el 2045.
No solo tiene ventajas ecológicas grandes ese plan sino que también implica una reducción en costes, ya que todas las fuentes de energía fósil implican exportar el combustible.
La energía solar es una de las fuentes más importantes de energía y la más importante de las renovables. El año pasado unos 200.000 hogares, casi la mitad de los que hay en las islas, tenían paneles solares instalados. Todas las nuevas casas que se construyen deben tener calentadores de agua alimentados por energía solar.
En segundo lugar está la energía eólica con molinos tanto en la costa como en el mar. En algunos lugares estas instalaciones ya están complementadas con baterías para producir un flujo constante de energía eléctrica.
Curiosamente la tercera fuente de energía renovable es biomasa, principalmente de residuos agrícolas como la caña de azúcar.
La principal planta eléctrica basada en biomasa está en Honolulu y produce una décima parte de la electricidad de la isla de Oahu.
Finalmente, la generación geotérmica es otra alternativa en países con volcanes activos como es Hawaii y las diferencias de temperatura en el océano es la quinta fuente posible de electricidad en las islas. Está empezando el desarrollo de esta última fuente con una planta experimental en la isla de Hawaii.
El plan de llegar a un sistema autónomo de fuentes sostenibles avanza con regularidad. En los años que he visitado las islas he visto ese progreso con resultados significativos. Están demostrando que hay caminos posibles a esta solución energética. Sería muy deseable que los planes que en esta dirección se emprenden en Menorca se lleven a cabo con la misma persistencia y cuidadosa planificación. Aun hay muchas preguntas abiertas que hace falta estudiar sobre la estabilidad de la red eléctrica con este tipo de soluciones para la generación de electricidad cuando esta sea 100 por cien de energías sostenibles.