Algunos viendo las propuestas que hacen los de Vox, se empiezan a preguntar ¿pero de qué planeta vinisteis? Porque ya no es la manida frase de las líneas rojas. Analizando algunas de sus propuestas, acaba uno conviniendo que son en sí mismas una monumental línea roja, y puestos a preguntar, preguntaría ¿en qué partido militabais antes? El caso es que han puesto de los nervios a todo un experimentado partido socialista.
No me cuadra que ahora se pongan a elucubrar con propuestas que no hay por dónde cogerlas para que tengan cabida en un programa electoral. La política de hoy en día, considerando que en cada votante haya agazapado un fiscalizador, se ha convertido en la filigrana de un verdadero encaje de bolillos verbal, solo al alcance de quiénes ya han experimentado que el criterio personal no sirve si luego no es aceptado en la calle por una ciudadanía que aparentemente sólo tiene su voto, pero que luego en las urnas, el voto muestra su auténtico poder otorgando o negando escaños, que es a la postre la materia de la que se nutre todo partido político. En cualquier caso, PP y Vox, han acabado por ponerse de acuerdo, aunque antes hayan estado unos días mareando la perdiz, pero cualquier politólogo avezado, sabía que acabarían pactando. Otra cosa distinta es ver cómo se entienden en el futuro.