La segunda toma de posesión de Susana Mora como presidenta del Consell de Menorca sirvió para que Maite Salord recordase a los socialistas que los votos nacionalistas «han sido imprescindibles para formar la nueva mayoría».
Mora, que, en contra de las intenciones de Més, presidirá la primera institución menorquina durante los cuatro años, destacó que el nuevo equipo de gobierno está formado por cinco mujeres y tres hombres y proclamó, solemne, que «conformaremos un gobierno de ocho personas feministas».
Pero el mensaje central de la secretaria general del PSOE-Menorca al ser reelegida presidenta del Consell insular se refirió al primer problema que debe afrontar sin de-Mora. «No hay excusa, la prioridad es dar solución a las obras de Maó a Alaior», aseveró Susana. Durante el anterior mandato el gobierno tripartito de izquierdas rescindió el contrato para la mejora de la carretera en este tramo. Las obras quedaron paralizadas. Més quiso, y no pudo, derribar los puentes de Rafal Rubí y L'Argentina. Ni el PSOE ni Podemos comparten este planteamiento, pero ya no pueden demorar Més -perdón, más- la decisión.
El problema no son las obras, Sra. Presidenta, sino los puentes construidos y pagados con recursos públicos, aportados por todos los contribuyentes. Es un asunto que ha colmado la paciencia de los menorquines, incapaces de comprender cómo han transcurrido más de cuatro años y ahí siguen los dinosaurios, como en el microrrelato de Augusto Monterroso.
La demolición de las estructuras ya construidas marcará la capacidad y la determinación de la presidenta Mora Humbert. Es su primera prueba de fuego, una decisión que fijará el rumbo político del nuevo mandato y que será escrutada con atención desde el Ministerio de Fomento que es quien financia, vía convenio de carreteras.
Ni addenda ni recursos
Pero no todo se reduce a destruir los puentes. Ya saben que justificar su demolición por motivos paisajísticos y talayóticos no prosperará en Madrid. No hay argumentos técnicos, avalados y suscritos por ingenieros de obras públicas -como Marc Pons y Pilar Carbonero ambos- que justifiquen el derribo imposible.
Para reanudar las obras de la carretera hay que contar con partida finalista consignada en los presupuestos del Consell. Y ahora mismo esta consignación presupuestaria está a cero -pregunten al nuevo conseller de Hacienda, Josep Pastrana- porque el Consejo de Ministros de Pedro Sánchez aún no ha aprobado la addenda que ampliará la ejecución y justificación de la obras de la carretera de Menorca hasta el 2023, o sea, hasta el final del mandato que arrancó el pasado sábado 6 de julio, festividad litúrgica de Santa María Goretti.
Se acumulan los problemas para esta épica obra viaria menorquina, que va camino de emular la construcción de la fortaleza de La Mola. Sánchez sigue al frente del Gobierno de España con los presupuestos aprobados por Mariano Rajoy en mayo de 2018. Al carecer de mayoría parlamentaria, el secretario general del PSOE y presidente del Gobierno se vio obligado a prorrogarlos y convocar elecciones. Tres meses después seguimos con Gobierno en funciones y la amenaza de nueva convocatoria electoral.
En el proyecto de Presupuestos del Estado para el 2019 -que el PSOE no logró aprobar- se habían incluido 4,7 millones de euros para continuar las obras de la carretera de Menorca. A día de hoy el nuevo proyecto para el disputado tramo Maó-Alaior sigue en fase de redacción, pero el Consell no tendrá dinero para proseguir las obras hasta que haya sido autorizada la addenda y Sánchez logre aprobar sus primeros Presupuestos Generales.
Los obispos, en Eivissa
El jueves se reunieron en Eivissa los obispos, titulares y auxiliares, de la provincia eclesiástica de Valencia, encabezados por el cardenal arzobispo Antonio Cañizares. Entre los asistentes, los prelados de las tres diócesis de Balears. El objetivo del encuentro consistió en una reflexión pastoral conjunta sobre la Iniciación Cristiana, la atención pastoral a los enfermos y analizar la situación de la enseñanza religiosa en las escuelas concertadas.
Por cierto, dos institutos de Secundaria de Menorca -Josep Miquel Guàrdia de Alaior y Joan Ramis de Maó- han firmado el manifiesto de protesta por la inclusión de la asignatura de Religión en Segundo de Bachillerato.
Transcurridas las fiestas de Sant Joan, y resuelta la nominación de la Junta de Caixers para el 2020-2021, cesan los comentarios sobre la designación del caixer capellà. El rector de la Catedral nombró a Antoni Fullana, rector de la parroquia de Sant Antoni Mª Claret, que repetirá los próximos dos años con Borja Saura García. Con su hermano Gabriel ya ejerció Mn. Fullana como caixer capellà el bienio 1986-1987.
Hubo quien especuló con la posible designación de un obispo para ejercer como capellana en las fiestas de Ciutadella. Pero hubo una frase, certera y definitiva, que zanjó el interesado debate.
-Si algún día se nombra caixer capellà de las fiestas de Sant Joan a un obispo, primero será el titular de la diócesis de Menorca.
Ya no hubo más comentarios.
Una reunión ilegal
Al grito de «esta reunión es ilegal», penetró el súperconseller de asuntos varios Iago Negueruela en el despacho de Juan Pedro Yllanes. El vicepresidente del Govern estaba asignando las tareas entre los funcionarios. «Vete a la mierda», espetó el gallego al sevillano. Buen rollo entre los consellers de Armengol. Apunten en su agenda: el jueves viene Negueruela a Menorca.
PREGUNTAS DE LA SEMANA
¿Por qué no continuarán los directores insulares Eduard Soriano, Antoni Ferrer y Biel Pons en el Consell?
¿Por qué no se han acabado, dos años después de haber empezado, las obras de urbanización de la zona junto al cementerio de Fornells?
¿Cuándo demolerá AENA la torre de control del Aeropuerto de Mano y abrirá la sala visual de España?
¿Logrará concluir Naturgy la instalación de las redes para la distribución y suministro de gas natural en la isla?
¿Por qué no se ha hecho público aún el contenido del Plan Menorca 2030, para la descarbonización de la Isla?