En dos días consecutivos de este mes, el 3 y el 4, ha habido dos tiroteos masivos en Estados Unidos con un total de 21 muertos y 54 heridos. El primero fue en El Paso, Texas, y el segundo en Dayton, Ohio. No se ve un alivio en este tipo de incidentes sino todo lo contrario, cada vez son más frecuentes. Estos sucesos se denominan "tiroteos masivos", concepto que no está definido con mucha precisión, en general se consideran casos con cuatro o más personas asesinadas. No se incluyen en la contabilidad los incidentes con armas de fuego en los que solo hay una persona fallecida, o los que resultan de un intento de robo o luchas entre bandas criminales. O sea que si se habla de tiroteos masivos uno habla de una porción pequeña de los incidentes con armas de fuego, pero son los casos en que una o dos personas ha ido a matar indiscriminadamente. En lo que va de año ha habido 53 muertes en tiroteos masivos y 8.896 en incidentes con armas de fuego. Eso indica cuan serio es el problema de las armas de fuego en Estados Unidos aparte de lo tiroteos masivos.
De estos incidentes, que son parecidos a atentados terroristas, solo hay estadísticas sistemáticas desde 1966. En el periodo de 1966 a 1999 hubo en promedio un tiroteo masivo cada 180 días.
La frecuencia aumentó en el periodo entre 1999 y 2015 en que el promedio se redujo a cada 84 días. Pero la cosa ha empeorado mucho en los últimos años, desde el 2015, en que ha habido un tiroteo cada 47 días. Esta aceleración de este tipo de incidentes es muy preocupante.
Ha habido una reacción bastante fuerte a estos incidentes para que de una vez se tomen medidas con respeto a la venta de armas y sobre todo el prohibir los fusiles semi-automáticos que pueden causar un incontable número de víctimas en pocos segundos. La respuesta de los Republicanos es siempre la misma, si hubiera más gente que llevara armas se podrían evitar estas situaciones.
Según ellos hay que contar las numerosas vidas que también salvan las armas.
La mayoría de estos políticos reciben fuertes donaciones para sus campañas del lobby de los fabricantes de armas. Esto hace muy claras sus prioridades y la dificultad en que estamos de encontrar una solución a este problema.
Muy alarmante también es el caso de El Paso en que la motivación fue xenófoba. El responsable del tiroteo al entregarse a la policía dijo que había ido a matar mejicanos. Da la impresión que esta motivación justificara lo que hizo. De esta xenofobia puede ser en gran parte responsable el Sr. Trump con sus continuos ataques a los emigrantes de América del Sur. La tensión xenofóbica sigue aumentando por como está la situación en la frontera con Méjico y las continuas redadas de emigrantes. No es precisamente un buen ambiente que se está creando.
Tampoco la respuesta de Trump a las víctimas ha sido positiva.
En primer lugar ha buscado a quien culpar de estas matanzas y esta vez el culpable ha sido internet. Cualquier cosa menos el problema de proliferación de armas automáticas. Después ha sido su visita a los lugares de las tragedias. En su visita a El Paso invitó a que la acompañara la representante de Texas en el Congreso, Veronica Escobar, pero ella se negó a ir. Tampoco quisieron verlos los heridos en el Hospital de El Paso.
Trump no tiene mucho sentido de empatía. Eso se refleja claramente en la foto que se hizo con su esposa durante la visita a El Paso.
Ella lleva en brazos un niño de 2 meses cuyos padres murieron en la masacre protegiendo al niño. Como puede verse, los dos están sonriendo y Trump con el pulgar hacia arriba como si celebraran algo. No es precisamente una imagen de compartir la tragedia que sufrieron los ciudadanos de El Paso. El resultado ha sido que la visita de Trump en vez de haber sido una ayuda moral para estas ciudades, ha creado más irritación que nada. La incompetencia y falta de inteligencia de Trump es aparente en todos los campos.