Avanza hoy Fernando Serrano, siempre inquieto y diligente, las gestiones para constituir la nueva asociación Amigos del Castillo de San Felipe. Una magnífica iniciativa, impulsada por el coronel de Infantería Javier Castro Rodrigo, actual presidente de la comisión permanente del Consorcio Militar de Menorca. Este organismo, que fue creado en 1998, está formado por el Ministerio de Defensa, el Govern balear, el Consell insular y los ayuntamientos de Maó y Es Castell. Sus objetivos consisten en la conservación y restauración de la fortaleza de Isabel II (La Mola) el fuerte de Sant Felipet, situado en la isla del Lazareto el castillo de San Felipe, el cuartel de Cala Corb, que acoge el Museo Militar de Menorca y la Torre d'en Penjat, en Cala Sant Esteve.
El grandioso conjunto defensivo de San Felipe, que fue denominado el segundo Gibraltar, era una de las mejores obras de la arquitectura militar del XVIII. Carlos I ordenó en 1554 la construcción de la fortaleza. Inaugurada en 1608, Inglaterra destinó un millón de libras esterlinas para su ampliación durante las etapas de gobierno británico de Menorca.
Carlos III en 1782 y Carlos IV en 1803 ordenaron la demolición de la fabulosa ciudadela, con una superficie de 270 hectáreas, en la que sobresale una extensa red de galerías subterráneas, de unos ocho kilómetros. Hoy son accesibles unos dos kilómetros, gracias al desescombro realizado durante la última dominación británica (1798-1802) y la adecuación e iluminación del Consorcio Militar.
San Felipe, que ha sido español, inglés y francés, debe ser recuperado con fondos europeos. El trabajo a acometer es ingente, por la magnitud del castillo. Debe abordarse por fases con el impulso de la sociedad civil menorquina, tras el luminoso ejemplo de la restauración de la Illa del Rei. Para ello es necesaria esta nueva asociación, que ha de gestionar la aportación de recursos de la UE.