Para la RAE, las palabras que definen el año 2019 son: feminizar, euroescéptico, autodeterminación, constitución y clima. Para la Fundación del Español Urgente (Fundeu), que promueve la Agencia EFE y BBVA, las palabras del año han sido: emoticono y emoji. Si hacemos un historial reciente, nos encontramos con escrache, selfi, refugiado, populismo, aporofobia y microplástico. Un emoji vale más que mil palabras. Pero la palabra del año podría llevar asociados emoticonos que nos sirvan para comunicarnos sin gastar tanto tiempo y saliva. En una palabra, la cosa cada vez está más chunga y nos cuesta horrores entendernos a pesar de todas las facilidades técnicas e icónicas. En general, el vocabulario actual refleja un mundo hostil, injusto, contaminado y con menos empatía. Vamos hacia una inestabilidad crónica, junto a un enfrentamiento permanente como forma de funcionamiento político. En el mundo laboral aumentan la movilidad, precariedad y robotización. El entretenimiento lo inunda todo, haciendo la existencia más llevadera y superficial. El poder se difumina y diluye entre las redes sociales. Todo muy divertido o dramático, según los casos.
¿Qué podemos decir o intuir de las palabras que triunfarán en 2020? Investidura, pedrocracia, tuitadicto, secesión, ecocidio, euroresistente...
Imposible adivinarlo de antemano. Vivimos en un momento cataléxico y precaótico. Hay demasiado mal rollo como para que triunfe consenso.