La remodelación del Govern, tan inevitable como urgente, ya no se podía demorar. Marc Pons, que se sabía cuestionado dentro y fuera del Ejecutivo, había gestionado su incorporación al gabinete de la ministra Teresa Ribera Rodríguez, vicepresidenta cuarta del Gobierno PSOE-Unidas Podemos.
El martes 16 de febrero aparecía marcado en rojo en las agendas de Francina Armengol y de Marc Pons, porque era la fecha fijada para que el exconcejal socialista en el Ayuntamiento de Valladolid Álvaro Abril dejara el cargo de director de gabinete en el Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico para ser relevado por el político de Es Mercadal. Abril había dirigido el gabinete de la ministra Ribera desde la llegada del PSOE a la Presidencia del Gobierno, en junio de 2018. Constituye una incógnita el motivo de su salida y qué cargo desempeñará ahora.
Y aquí se produjo el momento clave en el que Marc Pons, imbuido del espíritu de la remodelación imparable, recibió la milagrosa, por inesperada, propuesta para suceder a Álvaro Abril. Con su antecesor en el gabinete había mantenido frecuente contacto durante el primer Govern Armengol, cuando el menorquín también gestionaba Energía, adjudicada en esta legislatura al juez en excedencia Juan Pedro Yllanes, hoy vicepresidente del Govern y conseller de Transición Energética y Sectores Productivos.
La salida de Marc Pons del Govern tenía fecha cerrada. La remodelación era inaplazable. Armengol mueve la bancada socialista y mantiene a los consellers más cuestionados: Iago Negueruela, al que le adjudica la portavocía, hasta ahora en manos de la ibicenca Pilar Costa; la consellera de Salud, Patricia Gómez; y el de Educación, Martí March, que ya no gestionará Universidad, Investigación y Política Lingüística.
Salen, además de Marc Pons, Pilar Costa, que relevará a Silvia Cano como portavoz del Grupo Socialista en el Parlament; e Isabel Castro, que estaba al frente de la consellera de Administraciones Públicas, departamento que se disuelve.
Autoritat Portuària
Armengol, Marc Pons y Pilar Costa saben que la juez Martina Mora acabará levantando el secreto del sumario en la investigación que provocó la aún inexplicada dimisión de Joan Gual de Torrella como presidente de Autoritat Portuària de Balears.
El jueves -mientras se cerraba en el Consulat la remodelación que se iba a anunciar al día siguiente- la juez Mora prorrogó un mes más el secreto de sumario, con un informe de la Guardia Civil que ocupa 95.045 folios. El origen de este asunto, que sigue sub secreto, son las denuncias presentadas contra las concesiones al Club Nàutic d'Eivissa y las empresas de la mercantil Asmen -no confundir con la Asociación de Empresas Náutica de Menorca- en Maó.
Pero como el secreto sumarial no es infinito, amparado por la juez en «el elevado número de personas implicadas», cuando se levante se sabrá si Marc Pons y Pilar Costa, integrantes del consejo de administración que aprobó estas adjudicaciones, aparecen como investigados. Por si acaso, Armengol puso al frente de Autoritat Portuària al expresidente Francesc Antich, otro superviviente de la política institucional balear.
Desconocemos por qué fueron detenidos, además de Joan Gual de Torrella; Miguel Puigserver, vicepresidente de APB; Juan Carlos Plaza, director; Armando Parada, jefe de Proyectos y Obras; y también Dolores Ripoll, jefa de la Abogacía del Estado en Balears. Ellos tampoco lo saben y nadie se lo ha explicado.
En clave mallorquina
¿Y qué dice la prensa de Mallorca sobre el salto de Marc Pons a Madrid? Escribe el director de «Ara Balears», Enric Borràs: «També s'han desfet d'un conseller, Marc Pons, cada vegada més qüestionat».
En este mismo rotativo dispara la redactora Maria Llull: «Pons parteix després de rebre crítiques per la seva gestió en matèria d'habitatge; gairebé dos anys després de l'aprovació de la Llei de l'Habitatge, el menorquí encara no havia aconseguit posar a lloguer social cap pis d'un gran tenidor, tot i que era una de les principals mesures que preveia la norma. Els socis morats van mostrar divendres la seva satisfacció perquè deixi la Conselleria i esperen que el relleu serveixi per a acostar posicions amb els socialistes. També havia rebut crítiques de Més per Mallorca, entitats i ciutadans per les noves tarifes de transport públic».
Nekane Domblás, en «Última Hora», desvela que «Podemos, muy crítico con la política de vivienda de Marc Pons, celebró su salida del Govern». Y en «Diario de Mallorca», leemos: «Hay miedo en esta crisis, umbrales infranqueables. Se destituye a la portavoz ibicenca y al menorquín Marc Pons, que compraba pisos públicos por encima de los cien mil euros, pero se respeta escrupulosamente la cuota insular. Por esta cláusula, la conselleria de los fondos europeos no ha podido recaer en el especialista del Govern para asuntos continentales, Alberto Magro».
SOS Turismo
La crónica de la remodelación de las consellerias del PSOE, que ahora pone en el disparadero a las de Podemos y Més per Mallorca, no ha logrado ocultar, acallar ni silenciar el impacto de la campaña SOS Turismo. Numerosas empresas y establecimientos de Menorca, no solo hoteleros, se han adherido a este movimiento «social y transversal» en el que participan empresarios y trabajadores. Al Govern remodelado le corresponde dar respuesta a la reclamación de un «plan de rescate del sector turístico», porque no hay recursos ni ahorros.
PREGUNTAS DE LA SEMANA
¿Cuántos directores generales tendrá la nueva conselleria que gestionará Miquel Company y quién los designará?
¿Incorporará Company a menorquines en este departamento del Govern?
¿Continuará Arturo Robsy Petrus como director general de Vivienda del Govern?
¿Cuándo y cómo cerrará Susana Mora la remodelación del Consell tras la renuncia de Miquel Company?
¿Ha pensado la presidenta Mora en nombrar un conseller no electo para gestionar el área de Territorio?
¿Habrá nuevo director insular de Promoción Turística?