Contrasta la contundencia, coherencia y sentido común de los médicos menorquines Luis Navas y Claudio Triay con la tibieza y displicencia con que se manifiesta el también médico José Reyes Moreno, presidente de la Asociación Española contra el Cáncer en Balears.
Nos referimos a la incomprensible exclusión de Menorca del programa para la detección precoz del cáncer de colón, a pesar de ser la segunda enfermedad oncológica con mayor índice de mortalidad. El doctor Navas Casals, con su habitual rotundidad, lo resumió con una frase definitiva: «si en todas las islas se hace, y en Menorca, no, nos condenan a ser ciudadanos de segunda». El presidente del Colegio de Médicos de Menorca, añadió que «si les falta presupuesto, que supriman un asesor, que nadie sabe lo que hace y cobra más que un médico».
También habló alto y claro el doctor Claudio Triay, delegado de Simebal en Menorca, que denunció la incapacidad del IB-Salut para fidelizar a los profesionales a la sanidad pública de la Isla, en este caso digestólogos, porque quienes sufren las consecuencias y una peor atención sanitaria son los menorquines.
En cambio, el doctor José Reyes, que es funcionario del Govern al ejercer como jefe de Aparato Digestivo en el hospital de Inca, intentó contemporizar con la Conselleria de Salud al declarar que este cribado, necesario para detectar los tumores en sus estadios iniciales, ya se realizará en Menorca cuando el Govern disponga de los medios necesarios. Ayer, en el Parlament, el doctor Reyes, que el año pasado fue nombrado por el Govern coordinador clínico del Programa de Detención Precoz del Cáncer de Colon y Recto en Balears, tuvo que recordar que intervenía como presidente de la Asociación Española contra el Cáncer en las Islas. O sea, que debía formularse a sí mismo las explicaciones que esperan los menorquines. Y, sobre todo, ser mucho más exigente con el Govern que le nombró.