¿Cómo están queridos lectores? ¿Hoy se han levantado con el cuerpo tirando al estoicismo, o por el contrario, la vida les pide un poco de epicureísmo? Ambas opciones son buenas si las vamos combinando, así tendremos días de aguantar con los pies firmes en la tierra e intentar controlar, para minimizar, los desperfectos, y otros que disfrutaremos intensamente de cualquier placer para estar lo más tranquilos posible. La verdad es que si nos ponemos a ratitos al lado de Seneca, gran estoico, y a ratitos al lado de Epicuro, y además le sumamos unas cuantas horas al día para ser más cínicos, a la antigua manera, que Diógenes de Sinope, nos evitaremos la ingesta de más de un Lorazepam, Alprazolam, valeriana, o flores de Bach. Claro que lo fácil es decirlo, ahora vas y lo haces.
Sea como fuere, la cosa está montada para que sea más fácil perder los nervios que para Gerard Piqué, perder los principios éticos, si alguna vez los tuvo, y que no le importe, o no le hubiera importado ya que intentó buscarle, hacer negocios con un rey que vive exiliado en una dictadura porque le robó a su pueblo a manos llenas, para irse a cazar elefantes y a perderse por burdeles de lujo para uso exclusivo del establishment más casposo y despreciable. Pero no nos cebemos con Gerard, seguro que va justo para llegar a fin de mes y necesita unos ingresos extras para comprar los Danones y pagar el alquiler, por eso, más allá de que sea legal, se caga en la ética y la moral, para meter más eurillos en su cuenta, y muchos le aplauden, porque la sumisión ante el único dios verdadero, don dinero, Mr. Money, es total.
2 Que no hombre, que no vamos de ingenuos, ni de románticos, que sabemos que hace falta tener billetes para vivir, lo que no deja de sorprendernos, de llamarnos la atención, es la avaricia humana, la codicia infinita de los que más tienen. Salvo raras excepciones, que alguna hay, los muy ricos, los ricos de «tengo pasta para hacer una hoguera de billetes y que arda eternamente», nunca se conforman, si ganan el primer millón quieren el segundo, con el segundo el tercero, con el millón cien quieren el mil, y así hasta el exoplaneta más lejano. Y si para llegar hasta allí hay que pisar lo que sea, pues se pisa y luego se donan unas migajas a la caridad y a tomar por saco, que me tengo que ir a montar una orgía en el yate con mis iguales. Y para que nada perturbe el sueño de esta gente ya tienen a sus peones neoliberales y de ultraderecha, manejando el tinglado político y mediático a ritmo de salseo idiota y mentiras obtusas. A ver si nos queda clarito, los que dicen que representan a la España que madruga no han madrugado en su puñetera vida, y los que dicen que defienden la libertad, están pringados hasta las trancas de casitos de corrupción con primos y hermanos.
Ea, pues ya lo hemos dicho una vez más, a pesaditos pocos nos ganan. Y es que por mucho que tiremos de Filosofía, de ansiolíticos o de agua con azúcar, eso que algunos llaman homeopatía, necesitamos de vez en cuando abrir nuestra bocaza y soltar un buen desahogo. Los del pensamiento único y los que nos quieren llevar a la España del 39 no se cansan nunca, es más, van subiditos que te cagas uniformados con litros de gomina y fachalecos, así que aguantemos los golpes en nuestra modesta esquina, porque sabemos dos cositas: una, que no estamos solos, y dos, que tarde o temprano volveremos al centro del ring, caerán como cayeron otros de ridículo bigote. Salud, lúpulo y feliz jueves.