Últimamente leer las noticias en la prensa se vuelve una auténtica tortura. Batallas sin sentido entre partidos que están más interesados en estar en el poder que en ayudar a los ciudadanos. No se ven propuestas para negociar ni voluntad de hacerlo. Solo insultos y mentiras, mentiras sin parar.
Aquí en España ya tuvimos la serie de mentiras y excusas de Sánchez y alguno de sus ministros sobre el Pegasus, sobre el Sahara occidental, sobre las matanzas en la frontera con Marruecos. Ha sido un no parar de violaciones de derechos humanos y solo mentiras y evasiones para que los ciudadanos nos hagamos aun más líos y no nos aclaremos de lo que realmente ha pasado en estos casos.
Con la marcha del Sr. Casado esperaba que el PP saliera de su crispación y empezara a trabajar con el gobierno como se espera de la «leal oposición.» Pero no ha sido así, el Sr Feijó, con otro estilo, ha continuado mintiendo y atacando al gobierno negándose a negociar en la renovación del poder judicial y en programas económicos. Ha acusado al Gobierno de ser el causante de la inflación cuando hay inflación en todo el mundo y las perspectivas de crecimiento en España están por encima de muchos otros países. Además periódicamente siguen sacando el fantasma de ETA como si no hubiera desaparecido hace ya bastantes años. Es curioso lo mucho que añoran algunos grupos políticos a esa organización terrorista.
En Madrid, aparte de las ‘ayusadas' constantes, se nos ha dicho que los que ganan 140.000 euros al año tienen problemas para llegar a fin de mes y por eso les dan becas especiales a sus hijos para ir a colegios privados. A la vez estamos sin suficientes médicos y enfermeros en la Sanidad Pública de Madrid y faltado profesores en la escuela pública.
Mientras pasa todo eso, a través de la prensa siguen fluyendo las grabaciones de Villarejo en las que muestra como las cloacas del Estado y del PP funcionaban durante el gobierno de Rajoy. Una auténtica violación de todos los principios democráticos. Los espionajes y presiones ejercidos en el entorno de los Pujol, las mentiras y falsificaciones de las cuentas de Iglesias para atacar a Podemos. Como mintieron la Sra. Cospedal y el Sr. Fernández Díaz en las investigaciones del Congreso, cuando estuvieron conspirando con Villarejo en todos estos negocios turbios. También contaron con la colaboración de un sector de la prensa propagando sus mentiras.
Pero todo eso no parece preocupar en absoluto ni a Feijóo ni al Partido Popular. Encima, el Sr. Feijóo nos dice que el PP es el único partido constitucional en España y Sánchez que España es una democracia plena.
Es una sensación de ahogo que tengo al navegar cada día a través de esa porquería sin poder gritarles y enviarlos a todos al estercolero. Nos toman por idiotas y les funciona que es lo más triste.
Pero sí, hemos tenido un corto respiro. El ver que los miembros del partido conservador británico forzaban la dimisión de Boris Johnson por mentiroso me ha devuelto un poco la confianza en que al menos en alguna parte de ese mundo no se van a permitir las mentiras a los políticos. Esta actitud debería propagarse a los partidos en España y podría devolvernos algo de confianza en nuestra llamada democracia.
Lo triste es que en un país como Estados Unidos donde estos principios estaban muy claros, con Trump toda norma ética se ha perdido. Trump mintió y sigue mintiendo sin parar y lo peor es que gran parte del partido Republicano apoya esas mentiras y las sigue propagando. Se ha perdido la ética en la política. Veremos si hay cambios de parecer cuando se complete la investigación sobre los sucesos del 6 de enero.
¿Aprenderán algo los políticos españoles y americanos de la caída de Boris Johnson? Lo dudo, pero siempre hay que tener esperanza. Sería bueno que aumentara la colaboración entre gobierno y oposición y que bajara el nivel de insultos y mentiras.