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Dietario

Botijos

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30-X-22, domingo

El motivo aducido por el PP para reventar el pacto sobre el poder judicial corrobora lo que dijo en su día Aitor Esteban, portavoz del PNV en el Congreso en relación con el famoso «relator» en las conversaciones entre el Gobierno y la delegación catalana: «A ustedes (PP), dijo el congresista vasco, les daría igual un relator que un botijo en la mesa, la cuestión es negarse a todo».

31-X-22, lunes

No es alegría sino alivio mi sentimiento, hoy al despertar. Alivio con matices porque a la hora de redactar estas líneas Jair Bolsonaro no sabe ni contesta ni mucho menos felicita al vencedor de las elecciones brasileñas, Lula Da Silva. Y es que sobrevuela el fantasma de su mentor Donald Trump, creador de la internacional trumpista, portaestandarte de la posverdad y especializada en secuestrar partidos de derechas, inocularles el virus de la polarización extrema y acabar violentando el sentido de las urnas y de toda decencia. A estas horas del día del alivio global, Bolsonaro permanece callado. ¿O está conferenciando con Trump para recibir instrucciones sobre cómo manejar el botijo del golpe de estado que le piden sus huestes?

1-XI-22, martes

Escribía el doctor Mateu Seguí Díaz este verano en «Es Diari» que cuando una situación sanitaria se politiza, se echa a temblar porque intuye que se perderá la objetividad científica en pos de unos objetivos que en forma de réditos políticos se piensa alcanzar. Se refería a la polémica sobre la Ley Trans que tantos ríos de tinta está provocando y en su acertado artículo iba al meollo del asunto que es el aspecto médico, harto preocupante: aun comprendiendo el sufrimiento de los afectados y la necesidad de legislar al respecto, no deja de ser preocupante a largo plazo el tratamiento hormonal, y es irreversible el quirúrgico, como se está viendo en los casos en que se arrepienten y pretenden volver al estado previo a la cirugía, misión prácticamente imposible y terriblemente frustrante.

En el aspecto político-educativo no me atrevería a hablar de «adoctrinamiento», como se escucha por ahí, pero sí de «normalización o frivolización» del discurso trans y de la creación de cierto ambiente favorable que puede llegar a que se confundan desórdenes propios de la adolescencia con disforias de género y pasar prematuramente a la acción. Psicoterapia activa, comprensión y espera atenta mientras se retrasan razonablemente los procedimientos médico-quirúrgicos (¿hasta la mayoría de edad?), parece lo más prudente.

2-XI-22, miércoles

Bolsonaro ha hablado, poco, y de forma ambigua. No reconoce su derrota, «es injusta», dice (?), no felicita al vencedor como manda el protocolo no escrito de cualquier elección democrática, comprende a los camioneros bolsonaristas que bloquean las carreteras y nos deja un mar de incógnitas. No me espero nada bueno de aquí a la toma de posesión en enero…

3-XI-22, jueves

«Probo» es la arcaica palabreja que me viene a la cabeza a la hora de comentar el intento funcionarial de defenestrar «La aguja de la giganta», escultura de la artista Nuria Román que lleva diez años inocuamente instalada en la playa de Mongofre, como alegoría de la necesidad «de unir, coser y restablecer las fracturas del planeta con arte, de forma simbólica», como explica hoy en «Es Diari» la propia autora.

Y me ha venido a la cabeza el calificativo «probo», pensando en la figura del funcionario que ha llegado a la descabellada conclusión, en base a razones tan peregrinas como que «impacta sobre un paisaje natural no degradado», «se encuentra en un Área de Conservación Predominante», «no había cumplido los trámites necesarios», etcétera.

«Un probo funcionario» se decía de aquel trabajador  cumplidor y fiel servidor del poder establecido, escrupuloso y puntilloso hasta la exasperación de un escritor de la talla de Mariano José de Larra que dedicó al gremio de probos funcionarios el imperecedero artículo «Vuelva usted mañana».

6-XI-22, domingo

Tras el fiasco de la bajada de impuestos en el Reino Unido, nuestro ínclito partido conservador no ha tardado en abandonar el mantra de la reducción fiscal a las rentas más altas y, después de algunas dudas (no es lo mismo gobernar una Galicia homogéneamente de derechas que una España en perpetuo estado de ebullición), zas, como por arte de birlibirloque surge de nuevo el  asunto catalán que nunca le suele fallar a la derecha. Esta vez es un botijo sedicioso…

7-XI-22, lunes

Me veo obligado a cerrar el dietario sin conocer los resultados de las elecciones norteamericanas de mitad de mandato. Que Jehová nos coja confesados. Amén.

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