Hay una pregunta flotando en el ambiente, ahí va: ¿cuántos polvorones o turrones se habrán consumido ya? Porque en los supermercados llevan puesto los productos navideños desde septiembre, daba una pena ver eso turrones de chocolate a 30 grados de temperatura. Ya se han vuelto loquitos algunos alcaldes y han puesto tantas luces en las calles que algunas plazas parecen la sala de mandos de la nave Enterprise de Star Trek.
Debe ser que se vienen elecciones, aunque ellos dicen que esas iluminaciones tan ostentosas fomentan el consumo, no sé si a los potenciales consumidores se les puede tratar como moscas que van hacia a luz, aunque si tragamos con Black Friday, Ciber Monday y demás anglicismos estúpidos solo para que compremos sin parar, quién sabe, igual nos ponemos a seguir el camino de luces leds como zombis con tarjeta de crédito y nos fundimos lo que ganaremos en seis años en gadgets que quedarán anticuados el mes que viene. Mira, ya tenemos título para un ensayo sobre lo rápido que envejecen los bienes de consumo: «De gadget a cachivache», chúpate esa capitalismo salvaje, seguro que vendemos millones de ejemplares, nos forramos a tope y usamos nuestra fortuna para destruir el sistema desde dentro… espera un poco, me meo ante tanta gilipollez.
El que no sé si se estará forrando, aún más, es nuestro expresidente con esos artículos que se está marcando sobre el mundial de fútbol sangriento que se juega sobre los cadáveres de más de 6.000 personas. Cualquiera puede escribir un artículo, pero no cualquiera puede ser Mariano José de Larra, el gran maestro articulista del siglo XIX. Obvio que no hay que ser Larra para juntar cuatro letras y publicar un texto, sirva este mismo artículo como ejemplo, pero si ustedes han tenido la ocasión de leer las columnas del otro Mariano, en este caso el de los «hilillos de plastilina», el del tijeretazo a la sanidad y la educación, el de «it's very dificult todo esto», el de «sé fuerte» Bárcenas, el de cientos de casos de corrupción y varias cosillas chungas más, se asustarán como yo al pensar en manos de quien hemos estado durante años. Alguien con el nivel de redacción de primero de primaria ha manejado los hilos de un país, madre mía qué nivel Maribel (mola poner alguna expresión bien boomer), poco nos ha pasado, la verdad, somos unos auténticos supervivientes. El «expresi» ha confesado que dicta sus artículos en mensajes de voz, así que este es un comunicado para la dirección de este periódico, en breve voy a dejar de teclear como un mono para dictar mis artículos como un papagayo, que ya está bien, o todos o ninguno (aquí van unos cuantos emoticonos de caritas enfadadas).
Pues ya ven queridos lectores, otra prueba más de que el talento y el esfuerzo llegan hasta donde llegan, porque hay personas talentosas y muy currantes que se quedan en el camino comiéndose los mocos, y otros con menos ganas de moverse que un koala, recordemos que duermen 22 horas al día, y más inútiles que un retrovisor en una bicicleta estática y sin embargo obtienen un poder y un reconocimiento que flipas. Vamos cerrando, que para ser jueves festivo y de macropuente ya hemos dado mucho la turra, disfruten todo lo que puedan e intenten no jorobar a nadie, solo con eso todo mejorará muy mucho y solo con eso nos colocamos en las antípodas de las nuevas hordas de «machos fachos» que solo buscan joder a todo aquel que no piense como ellos. Lúpulo y feliz jueves.
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