Pase lo que pase en Galicia: posible victoria en el aire del PP -tal vez a un escaño de la mayoría- y el más que probable hundimiento del PSOE, Pedro Sánchez seguirá tranquilamente en La Moncloa mientras que para Alberto Núñez Feijóo podría iniciarse el calvario de la incertidumbre. Hasta el domingo por la noche no se habrán despejado algunas de las variables de la situación política que se derivará del resultado de los comicios gallegos. Si el Partido Popular retiene la mayoría parlamentaria y Alfonso Rueda sigue de presidente, a Núñez Feijóo la victoria no le reportará otro beneficio que un cierto descenso de la marea de críticas que ha recibido a lo largo de la campaña por el error que cometió al reconocer de la manera que lo hizo y ante quienes eran sus interlocutores que el PP había tenido contactos con Junts y que necesitó 24 horas para descartar plantear una amnistía. Amnistía que quien la viene negociando y está en puertas de llevarla a término - ¡así que pasen las elecciones en Galicia¡- es Pedro Sánchez, pero eso a él ya no le penaliza mientras que a Feijóo le han llovido chuzos de punta.
Es una injusticia que roza la crueldad, pero es lo que ha pasado estos últimos días de la campaña. Desde esta perspectiva podría concluirse que no fue un acierto adelantar la fecha de los comicios porque a la postre, en el mejor de los escenarios -si el PP revalida la mayoría- Núñez Feijóo no va a salir reforzado como calculaban los estrategas del PP que aconsejaron anticiparlos. Quizá tampoco fue una buena decisión haber dado tanta cancha en la campaña a la política nacional relegando a un segundo plano la prédica de soluciones a los problemas de la región.Aunque el PSOE pinche, Pedro Sánchez no se dará por aludido, de hecho los socialistas han aceptado el papel de gregarios del BNG. Por eso, pase lo que pase el domingo, los focos serán para Alberto Núñez Feijóo. A Sánchez la derrota en Galicia no le cambiará la vida pero no quiero ni pensar en la lluvia mediática ácida que se le vendría encima a Feijóo en el caso de que el PP no consiga revalidar la mayoría.