Estoy intrigada por saber cuál es la razón de que en nuestras carreteras, desde hace unos años, se esté edificando, temporada a temporada, un muro vegetal vertical que nos impide ver el paisaje… me refiero a cómo puede ser y cuál es el motivo de que los responsables de mantener las carreteras hayan decidido «cortar» en vertical y a lo bestia mata y otras especies que asoman en «les voreres».
El resultado de tamaña decisión es que poco a poco, cuando vamos a cualquier sitio por la carretera, ya no tenemos paisaje para mirar… solo un muro verde espeso que nos impide disfrutar de nuestros campos, de las paredes secas, de la visión de vacas, ovejas o simplemente de esas maravillosas escenas y paisajes tan característicos de nuestra isla.
Indagando las razones, me cuentan que es una idea, parece ser que impulsada por la buena gente del GOB , para evitar que los automovilistas «matemos» a las aves que osadamente cruzan nuestros caminos y carreteras.
Parece que ese «muro» que ciega el paisaje a los conductores y acompañantes, a ciclistas o simplemente a caminantes, protege la vida de pajaritos, pájaros y demás especies voladoras, las cuales al encontrarse con ese muro verde, alzan el vuelo y evitan toparse con algún vehículo.
Entonces también deberíamos pensar en los animales que van por tierra… erizos, tortugas… ¿qué proponen para evitar su muerte?
RESPONDAN A UNA PREGUNTA… ¿cuántos pajaritos, aves, etc., han matado a lo largo de su vida de conductores? Francamente, creo que el daño a la visión paisajista, el «agobio» que nos provoca cuando ese «muro» cae literalmente sobre nosotros en esas ex maravillosas carreteras y caminos donde nos deleitábamos viendo un paisaje cambiante con las estaciones... el daño es muy grande frente a la posibilidad de que un pájaro muera al ser «atropellado».
Reflexionen los responsables (¿lo harán?) y busquen otras soluciones… es taaaaan feo lo que ahora vemos al ir por una carretera… taaaan penoso dejar de ver los maravillosos paisajes de nuestra isla.
Soy firme defensora de que hemos de respetar, cuidar y valorar la vida de todo animal… pero creo que ha de haber un equilibrio entre ese cuidado y nuestro bienestar.
El sentido común debería estar más presente en todos nosotros y en aquellos que con sus reivindicaciones inclinan la balanza hacia lo absurdo.