Huele a final del verano queridos lectores. Puede que quede calor, incluso mucho calor, como en los años que nos hemos comido los turrones con moscas porque no bajan las temperaturas ni a empujones, pero eso no impedirá que el modo verano diga adiós. Tengamos hijos, o no, la vuelta a las aulas señala la entrada al camino de las rutinas. Espero que el aterrizaje sea lo más suave posible.
Es obvio que quedan horas de playa, en octubre los turistas siguen viniendo al Mediterráneo buscando el sol que ellos han perdido desde julio, al menos antes de que el clima se fuera al carajo debido a la cantidad de mierda que le tiramos al planeta Tierra. Pero que nadie se preocupe, seguro que con la recogida puerta a puerta que han puesto en varios pueblos de Menorca salvamos esta bola esférica y azul que nos sirve de casa, a pesar de que Taylor Swift y el resto de mil millonarios contaminen en un solo vuelo con sus jets privados lo mismo que todos nosotros durante toda nuestra vida. No veas cómo han crecido los vuelos de aviones privados a nuestra isla. Joder, vaya forma de irme por las ramas.
Esta tendencia a la divagación y a ir abriendo melones sin cerrar nada es innata, no tiene ningún mérito. Pasen y lean los siguientes párrafos que demuestran lo dicho.
Verdades verdaderas. Hay que leer para perder el tiempo, porque perder el tiempo hoy en día es un acto subversivo de rebeldía. Cuando todo se tiene que monetizar sin tregua, estar tan pancho a verlas pasar es de lo más revolucionario. Cada vez que perdemos el tiempo sin producir ni consumir nada a un neoliberal, en alguna parte del mundo, le salen erupciones cutáneas y unas enormes almorranas.
2 El sistema capitalista es extremadamente violento. El sistema capitalista deja a las personas sin casa. El sistema capitalista permite el genocidio a golpe de bombas en Gaza, y el genocidio, a base de hambre y miseria en Argentina. El capitalismo se alimenta de crisis de ansiedad y depresiones. El capitalismo es insomnio y mala alimentación. El capitalismo prostituye la palabra «libertad».
Los nazis ganan unas elecciones en una región de Alemania. Cuanto te añoramos Indiana Jones. El presente sonríe a los nazis, ojalá que su futuro inmediato sea como el que nos cuenta Tarantino en su película «Malditos bastardos». Debemos tener siempre claro lo que es un nazi y lo que es un ser humano. Mira lo que pasa por olvidarlo.
Reflexión: por más que factures, por más dinero que generes, por más bienes que atesores. Por más reconocimientos y homenajes que recibas por tu riqueza, todo eso se quedará en nada cuando las hilanderas corten los hilos de tu vida. Todo eso se perderá «como las lágrimas en la lluvia» de las que hablaba el replicante Roy Batty en la película «Blade Runner». Mira tú, hoy nos hemos puestos cinéfilos gafas pasta.
Queda servido un artículo disperso y preotoñal. Los que vean afirmaciones irrefutables lo aplaudirán y los que no, es porque se han caído en esta sección por equivocación. No hay truco, después de tantos años ya saben lo que van a encontrar, Lúpulo y feliz jueves.