El Día del Libro nos invita a celebrar ese gran medio de comunicación humano universal, sin el cual no seríamos quienes somos. Ser analfabeto te limita, igual que no tener conexión o cobertura. Entender el mundo en el que vives, siempre resulta utópico. Hay más preguntas que respuestas. ¿Qué está pasando? ese interrogante recorre todas las épocas y momentos de la historia. Nosotros no podíamos ser menos.
Puede que el objetivo de las decisiones que toma la actual Administración americana sea reducir el peso del consumo en su economía, debilitar el dólar y controlar el gasto público para reducir la vulnerabilidad exterior. La economía no es una ciencia exacta porque interviene sobre asuntos humanos. Los ajustes causan dolor y son impopulares, pero endeudarse puede ser pan para hoy y hambre para mañana. Cada uno explica las cosas a su manera y hoy predomina la propaganda sobre la racionalidad y los hechos. Hay una guerra informativa, mediática, para dominar a los incautos con un relato atractivo, binario, emocional. Frente al poder y su influencia, estamos indefensos. Nos cuentan una película taquillera para que no tengamos que pensar demasiado. Los libros malos son mayoría y casi siempre consiguen ahogar a los pocos buenos. Si nos dan a elegir entre lo fácil y lo difícil, generalmente optamos por lo sencillo, por la comodidad, el populismo… aunque sepamos que «ancha es la senda que lleva a la perdición».