El Parlament balear y el Congreso han celebrado esta semana dos sesiones plenarias con un día de diferencia –martes y miércoles– que parecían calcadas, al menos en la parte de control al Gobierno, que es una de las funciones claves de cualquier cámara legislativa. La del Parlament la presidió Gabriel Le Senne, de Vox, y la del Congreso, Francina Armengol, la secretaria general del PSIB y –durante ocho años– presidenta del ejecutivo autonómico. Ambas sesiones se desarrollaron bajo el impacto de las informaciones sobre la trama corrupta que sacude al PSOE.
En las dos sesiones hubo contantes referencias a quienes presiden ambas instituciones. El presidente del Parlament está imputado y pendiente de juicio por delito de odio. De la presidenta del Congreso se recogen algunas conversaciones con Koldo García, el que fuera asesor del ministro Ábalos y pieza clave de la trama criminal que ha roto la costuras del PSOE. Aunque la socialista no está, de momento, investigada ni se la ha requerido para ninguna diligencia, su proximidad con el grupo de (aparentes) delincuentes y las explicaciones sobre su gestión en la adjudicación de un contrato de mascarillas en 2020 a una empresa de Víctor de Aldama la sitúan en el ojo del huracán.
Para el Partido Popular y para el Govern balear, que Armengol «mintiera» ante una comisión investigadora cuando negó haberse reunido con Aldama, e incluso conocerlo, le inhabilita para ocupar el cargo de presidenta. El grupo del PP en el Senado la volvió a citar el viernes para que vuelva a comparecer en julio. Ese mismo día insistía el portavoz del Ejecutivo balear en que Armengol no había dado suficientes explicaciones y esta decía estar «hipertranquila» ante la auditoría de contratos que el Govern está realizando: unos, sobre compras sanitarias (se anunciaron coincidiendo con el final de la comisión investigadora que el año pasado indagó este asunto en el Parlament) y otros, sobre contratos con empresas constructoras citadas en el informe de la UCO y que también operaron en Balears. Según el portavoz del Ejecutivo, no hay constancia de que se haya solicitado desde la Guardia Civil o la Policía ningún expediente sobre estas adjudicaciones.
Ha terminado el periodo ordinario de sesiones del Parlament y se habilita uno extraordinario para aprobar los Presupuestos que han pactado PP y Vox, partido muy satisfecho de todo este proceso: de un lado, el pleno no votará si hay que suspender a Le Senne pese a estar imputado. De otro, exhibe su optimismo porque, según su portavoz, Manuela Cañadas, el PP está aprendiendo de Vox. (Y Més rompe con Sumar y el diputado Vidal prepara su paso al grupo mixto).