El erotismo es la capacidad humana de sentir y provocar deseo y placer sexual. Aunque se manifiesta a lo largo de las diferentes estaciones, el erotismo estival alcanza temperaturas propensas a la desnudez y a los excesos etílicos. Estando acalorados y acaloradas, con fantasías, deseos y sentimientos a flor de piel, el erotismo incluye imaginación y creatividad. No se limita a lo primario, pues sus efectos secundarios son especialmente importantes. Si la libido desaparece, nos extinguiremos. Hoy el erotismo está manipulado y puesto al servicio de variados intereses. Como todo en la vida, tanto puede tener un buen uso, como ponerse al servicio de lo más malo o perverso. Derivar en prostitución y pornografía, explotación o adicción.
Con las redes sociales, nos han condicionado como a ratas. Un refuerzo positivo para apretar botoncitos. Imágenes eróticas como anzuelos. Las mismas leyes que rigen en las máquinas tragaperras nos mantienen atados a la pantalla que nos subyuga. Somos ludópatas sociales, exhibicionistas y consumistas. Hasta los comunistas son consumistas. Ni Yolanda Diaz se escapa. Pero el cóctel de sexo, dinero y odio puede resultar explosivo.
Iremos comprobando las consecuencias de saltarse el mandamiento democrático: No jurarás o prometerás la Constitución en vano. Recordemos que la vida tiene siempre algo de imprevisible. De hecho, la mayoría de los que se mueren, tenían otros planes.