Síguenos F Y T I T R
Hoy es noticiaEs noticia:
El rayo verde

¡Qué pena!

|

Amenudo me pregunto qué dejaremos a las generaciones futuras. Como civilización. Gran parte del valor patrimonial de cualquier país se basa en el legado de quienes nos precedieron, porque construyeron murallas, castillos o iglesias, porque sus aristócratas ejercieron de mecenas para que pintores, escultores, arquitectos, sastres o músicos pudieran crear magníficas obras de arte, porque realeza y gobiernos destinaron grandes cantidades de dinero a embellecer las ciudades con parques, fuentes ornamentales, museos y avenidas y plazas llenas de monumentos. Una buena porción del turismo mundial se sustenta en esas bellezas. Hoy prima lo contrario, la arquitectura precaria, feísta, anodina, utilitaria; el arte contemporáneo no hay por dónde agarrarlo; como la música o la moda. Todo de usar y tirar, de bajo precio y escaso valor. El futuro arqueológico será un erial plagado de plásticos. Por eso me apena tremendamente el cierre de otro anticuario de Palma. Allí aún se amontonan cientos de objetos que nos hablan de un pasado que se regodeaba en el gusto por lo ornamental. Desde jarrones chinos a relojes de pared, de candelabros de plata a bandejas, tinteros, marcos que arropan viejos retratos… una delicia que no solo nos interpela desde otra época, también dialoga sobre personas, querencias, herencias, árboles genealógicos. Los jóvenes dicen que no tienen dinero para cacharrería, ni gusto. No les interesa, no les dice nada, porque no saben historia. La cultura de usar y tirar, contaminar y desperdiciar tiene ese precio. No necesitan rodearse de belleza, cultivar el arte o la nostalgia, conservar cosas que compró con amor tu abuela. Prefieren lo mainstream, la masa, lo trending, lo vulgar.

Sin comentarios

No hay ningún comentario por el momento.

Lo más visto