Desvela el ministro de Cultura, Ernest Urtasun, utilizando el nos mayestático que «hemos tenido conocimiento de informaciones de prensa que apuntan a una posible reanudación de las obras del tramo de carretera en Rafal Rubí».
En una carta remitida el martes al presidente del Consell, Adolfo Vilafranca, al que trata de ‘estimado president’, insta a la primera institución de Menorca a «actuar con la diligencia necesaria para no poner en peligro la declaración de Patrimonio Mundial recientemente obtenida», en referencia a la Menorca Talayótica.
El ministro Urtasun califica de ‘posible’ lo que es una decisión política firme, avalada por los técnicos, que pondrá fin a la década de la obra inacabada en la carretera. El puente de Rafal Rubí que, durante los ocho años de gobierno del PSOE, PSM y Podemos la izquierda no supo ni pudo derribar. Pero, ¿lo intentó?
El 21 de julio el equipo de gobierno del Consell aprobó el proyecto definitivo para la mejora del tramo junto a Rafal Rubí con un presupuesto de 6,5 millones de euros. Una obra declarada de utilidad pública y que ya había sido presentado el 7 de abril por Vilafranca y los consellers Delgado y Pons Torres.
El informe de evaluación patrimonial y paisajístico, redactado por Jordi Tresserras, expresidente de Icomos-España, fue aprobado por unanimidad en el Consell Científic de la Menorca Talaiòtica. Con puente o sin puente, al ser las navetes de Rafal Rubí un componente del paisaje cultural y de visuales centrífugas, hay que plantar acebuches y olivos, soterrar todas las redes de alta tensión -estas sí que provocan impacto grande- y cambiar las barreras metálicas por otras de ullastre. Arquitectura de cases de lloc en el entorno, sin problema.
La cuestión de fondo no consiste en puente sí o puente no, sino en proteger el monumento y acabar esta obra, proyectada, licitada y adjudicada con los informes jurídicos y técnicos a favor, costeada íntegramente por el Estado.