Llegado el estiu con sus meses de julio y agosto, un año más se repiten las audiciones de guitarra española en la iglesia de Nuestra Señora del Carmen de Mahón. A las veinte horas, entrada libre, reunión que los asistentes agradecen por la magnificencia del templo, su belleza arquitectónica y su agradable ambiente. He de pensar que el alma de dichas reuniones tienen mucho que ver con Andreu Menorca, al cual le hace honor su apellido por ser un amante de cuanto tiene que ver con nuestra isla, su folklore y su gran dedicación toda una vida a la música. Él mismo en cierta ocasión me recalcó ser un instrumentistas más del grupo sin ninguna relevancia; son amigos, participantes con tal de gozar de una hora de buena música, algo que se agradece. La calidez de la iglesia de Nuestra Señora del Carmen, espléndido santuario de una belleza sin igual, invita a soñar despierto.
El pasado martes se inició la audición de guitarra española, como es costumbre, por el grupo de Andreu Menorca, Eva Cardona, Pedro Expósito y Curro González, interpretando «Libertango» (Astor Piazzolla). «Suite Habana» (Eduardo Martín). «Sundance Valley» (Eduardo Purosino). Se unieron otros participantes, que el público agradeció, animándolo con sus aplausos. Intervino el prestigioso clarinetista Xavier Tárraga con el Aria BWV 1068 (Bach) acompañado a la guitarra por Andreu Menorca. El mismo conjunto también interpretó «Las Cuerdas» (Victorio Marti). A continuación, Xavier Tárraga con su clarinete se despidió al son de «Gabriels Oboe» (Morricone).Y «La Vita è Bella» (Nicola Piovani), interpretado por la rapsoda Lola Herrera, «Wuilly» (Cossimo Rossette). «Romance de la luna luna» (Garcia Lorca). Y el «Estudio», de Sor. Con Lorena Piñero en la caja flamenca «Las Salinas» (Felipe Campuzano) ,dando un toque de alegría flamenca.
Cerrando la despedida, uniéndose el elenco que había participado, con «Entre dos aguas» (Paco de Lucía) interpretado por el grupo.
Acabo haciendo votos que la bailarina clásica Laia Costa Herrada muy pronto se restablezca y demuestre al público el brío y color que desprende al hacer danzar sus mantones de manila.