El papa León es el primer papa de la «postcristiandad», entendiendo «cristiandad» como influencia social de la Iglesia en los tiempos pasados… Todos estamos involucrados en el caminar de la Iglesia que está peregrinando en el mundo con la esperanza firme de un encuentro maravilloso con el Señor. Sin embargo, ha habido un cambio radical que nos obliga a los cristianos, en contraposición de «cristiandad» agarrarnos a otra palabra que no nos pueda fallar: «Cristianismo». Por ser la que marca nuestra propia identidad, nos enfrenta, guiados por el 267 sucesor de Pedro, a unos retos que nos desafían descaradamente.
El Papa nos ha dicho que hemos de recuperar la credibilidad. Los escándalos, la declaración abierta de ateísmo, el alejamiento de toda práctica religiosa, el mismo ir contra corriente, etc. etc. han montado como una capa impermeable, insensible a cualquier propuesta evangelizadora. Se trata de apelar al primer anuncio: «Jesús es el Señor». Como si fuese la última exhalación, el último recuerdo que nos empuja a una vivencia revolucionaria que arranca desde dentro. Se trata de una profunda y audaz reevangelización.