Síguenos F Y T I T R
Hoy es noticiaEs noticia:
Una se acostumbra a todo

Del trabajo

|

Que el trabajo dignifica al hombre ya lo dijo Karl Marx, alguien sobre quien pesa la fama -tal vez un bulo- de que nunca trabajó. Sin embargo, no son pocas las teorías según las cuales el trabajo es un castigo (bíblico, además). A lo largo de la historia se ha opinado mucho sobre el trabajo, y se han hecho afirmaciones totalmente contradictorias. Los escritores -gente que no es mucho de trabajar  probablemente porque de este oficio no pueden vivir y se ven abocados a trabajar el doble: para vivir y para ser felices- son aficionados a hablar mal del trabajo. Los filósofos también.

Pensemos en Paul Lafargue quien, en «El derecho a la pereza», abogaba por una jornada laboral de tres horas y afirmaba que son «los curas, los economistas y los moralistas los que están en el origen del absurdo amor al trabajo». Entre otros autores que han despotricado del trabajo encontramos a Charles Bukowski, que no podía entender que existiera y que lo calificaba de forma de esclavitud: «la esclavitud nunca fue abolida, solo se extendió para incluir todos los colores», dijo. Cesare Pavese tituló uno de sus mejores libros «Trabajar cansa», título muy acertado para entender sus poemas.

Y también tenemos a William Faulkner -todo un premio Nobel- con su propia visión del trabajo, que dejó caer en una famosa y curiosa entrevista de 1956 en «The Paris Review». Faulkner solía trabajar en cualquier cosa (pintar casas, pilotar avionetas) durante dos o tres días y con lo que ganaba podía vivir todo un mes. «El dinero no me interesa tanto como para salir corriendo a ganarlo», afirmó. Su opinión era que se trabaja demasiado en el mundo, lo cual es una pena, y que una de las cosas más tristes es que lo único que puede hacer un hombre durante ocho horas seguidas, un día tras otro, es trabajar. «No se puede comer, beber o hacer el amor durante ocho horas al día». Aunque yo no soy demasiado faulkneriana, que digamos, me he leído esta entrevista muchas veces y coincido con él. Puede que no pise el suelo con los pies y que me falte bastante sentido común, pero no puedo evitarlo. En fin, no hagan ningún caso y disfruten de sus vacaciones.

Sin comentarios

No hay ningún comentario por el momento.

Lo más visto