Desconozo si al fiscal general del Estado lo condenarán o no por revelación de secretos. Está acusado de ello en relación a la pareja de la siempre polémica lideresa de la comunidad de Madrid. Sinceramente tanto me da. Me es indiferente porque es una tormenta en un vaso de agua. Y me parece una tormenta en un vaso de agua porque aquí, en Balears, todos hemos visto como se revelaban las actuaciones judiciales secretas con la aquiescencia general. Durante años los medios de comunicación llegaban al sitio donde se iba a producir un registro o una detención antes que la comitiva judicial. Durante años podíamos leer en los periódicos con todo lujo de detalles información bajo secreto de sumario. Y muchos de los que ahora se rasgan las vestiduras con el fiscal general aplaudían con las orejas o simplemente aceptaban dando carta de naturaleza a una manera de actuar incorrecta, por no decir ilegal.
No nos engañemos, los que impulsan la trifulca con el representante del Ministerio Público no lo hacen preocupados por la revelación de secretos en las actuaciones judiciales. La batalla es puramente partidista, se trata de erosionar al rival aunque te tengas que llevar por delante las instituciones. Tanto da si es la Fiscalía General, el Tribunal Constitucional, el Consejo General del Poder Judicial o quien sea. En la lucha PP/PSOE todo puede ser centrifugado y utilizado. ¡Vaya tropa!