El otoño esta ahí, a la vuelta de la esquina con sus cambios meteorológicos, oliendo a tierra recién arada preparada para la nueva siembra. Tal cual los cambios en los hogares; una nueva rutina para niños y mayores. Parece que era ayer cuando preparaba el desayuno a mis hijos tras ayudarles a repasar sus maletas y plumieres, no había llegado la época de las pesadas mochilas arrastrando sus carritos parecidos a los de sus madres para hacer la compra. Pasaron los cursos y las expectativas de verlos crecer... ya no les preparaba la merienda mañanera, ni les acompañaba, se habían vuelto adultos.
Mientras tanto, los padres han ido cumpliendo años la mayoría jubilados se recrean en distintas actividades. Las hay para todos los gustos, unos inician la jornada haciendo una larga caminata, otros encontrándose en la piscina municipal, o bien gracias al buen tiempo reinante continúan con un refrescante baño de mar siempre tan gratificante, otros se mantienen con el juego de tenis, pádel, ciclismo o sencillamente acuden a su huerto para sembrar las patatas, las coles, verduras propias para el nuevo trimestre, mientras sus compañeras arreglan los parterres y macetas para más tarde ver crecer clavellinas, rosales, fressias y otras variedades más. En los centros de jardinera disponen de una variante para todos los gustos.
De nuevo Menorca vuelve a ser la isla de la calma, vuelve a su normalidad tan apreciada, en sus ciudades se observa el andar tan peculiar y que tanta fama nos ha dado «xano, xano». Curiosamente me llama la atención el especial «Inici de Curs» durante el año que nos ofrece una especie de boletín gratuito, accesible a cuantos acudimos a la parroquia del Carmen. Para mí una gran novedad, que desconocía y seguramente habrá de servirme para acercarme a Jesús. Mientrastanto el acercamiento también será con otras personas de mi edad y condición escuchando la palabra de Dios, siempre gratificante.
Me llamó la atención uno de sus titulares: «Experimentar pràctiques i estructures renovades que facin que la vida de l’Església sigui cada vegada mes sinodal». Invitándonos a conocer el calendario del curso, para todos los gustos, ayudándote a nuevas actividades, muchas desconocidas, otras practicadas toda la vida. Entre ellas la popular «Vida Creixent», tan conocida y apreciada por muchos mayores, que gracias a la misma dejaron de sentirse solos. Desde hace muchos años son los propios mayores los que propagan la participación en este grupo donde los cristianos han encontrado momentos tan placenteros, haciendo nuevas amistades, y principalmente reencontrándose a sí mismos para alcanzar la paz espiritual.