Probablemente muchos de los que han tenido la oportunidad de observar el vídeo de la modelo Laura Escanes en el digital de este diario y en numerosos portales nacionales, exhibiendo con entusiasmo el chalé que ha adquirido en Son Parc, habrán evocado la difusión de aquel otro vídeo de María Iguazo viralizado desde Menorca en todo el país, incluso más que el de la modelo influencer barcelonesa.
Fue una grabación de finales de mayo de 2024, con sonido imperdible, que registró la ‘okupa premium’ tras tomar posesión de una vivienda turística similar, muy cerca de Son Parc, en Coves Noves. La ‘okupa Beyoncé’, como figura en las hemerotecas porque ella misma aludió a la cantante americana cuando enseñaba el chalé, se jactó de haberse apropiado de aquella casa porque su vulva y vagina se lo merecían, dicho así para evitar la vulgaridad de las palabras que realmente pronunció cuando se refería a «su» nueva vivienda de lujo.
Laura y María, es decir, Escanes y ‘la Beyoncé, han quedado unidas para siempre a partir de sus filmaciones porque en ambas asomaba el propósito de mostrar una residencia envidiable en su ubicación, extensión y posibilidades, una y otra, además, valoradas en torno a los 700.000 euros.
La diferencia es que la exesposa del publicista Risto Mejide ha comprado la casa de sus sueños como resultado de su desempeño profesional, las generosas retribuciones que ingresa por sus apariciones públicas, también como influencer, y la famosa andaluza la disfrutó apenas unos días en medio de una expectación mediática sin precedentes en la Isla, después del conocido método de patear la puerta para abrir el chalé o haber forzado la cerradura.
La realidad devolvió a María Iguazo al anonimato mientras que Laura sigue facturando y potenciando su popularidad, precisamente, con vídeos como el de su nueva residencia menorquina. Una práctica habitual que crea dudosa escuela como bien sabe la propia ‘beyoncé’ de Menorca. A partir de aquella grabación se le vino el mundo encima.