QUE un grupo de mujeres del Club de Jubilats de Es Castell haya estado arreglando los damascos de los balcones del Ayuntamiento, alargándolos, después de que se retiraran las barandillas por no cumplir las normas de seguridad. El Ayuntamiento, agradecido, las ha invitado a desayunar y les ha regalado una orquídea a cada una de ellas.
QUE las sandías hayan vuelto a los supermercados, muchas de ellas procedentes de Mauritania, con pepitas, y con un precio de venta que supera los dos euros; una auténtica delicatessen.
QUE la comisaria europea Mairead McGuiness, haya respondido a la diputada Rosa Estarás que será posible limitar la venta de casas a no residentes si existen «razones imperiosas de interés general».
QUE la nueva ordenanza municipal deSant Joan prohíba entrar a los escenarios de la fiesta con chanclas pero haga una excepción para aquellos que lleven las tradicionales abarcas menorquinas.