QUE los focos de la pista de atletismo de Maó estuvieran encendidos el viernes a las 21 horas, cuando ya no había ni un solo atleta entrenando ni nadie en el campo de rugby. La única explicación es que se dejen las luces para alumbrar a la flota de gaviotas que, en esas horas tranquilas, se dedican a limpiar el césped de cualquier resto comestible. De todas formas, la imagen es contradictoria con el objetivo del ahorro de energía.
QUE numerosos padres desplazados a Eivissa durante el fin de semana para una competición de gimnasia rítmica no tuvieran otra opción que regresar a Menorca haciendo escala en Madrid.
QUE entre las pizzas oficiales del Girona FC, equipo revelación de esta temporada en Primera División, aparezca una con queso Mahón-Menorca de Coinga y sobrasada de JJ Carreras.
QUE el meteorólogo Tomàs Molina, que ha dado el salto a la política de la mano de ERC en las elecciones europeas, haga campaña el próximo domingo en Menorca para la lista que comparte con Més.