QUE hayan aparecido pegatinas enganchadas en farolas con el eslogan «¿catalanistas? No gracias», coincidiendo con la polémica por el cambio de reglamento lingüístico en el Consell. No es la primera vez que aparecen estas proclamas en paredes o incluso en las barreras del Camí de Cavalls. ¿Se está creando una fobia a todo lo catalán o solo a los que defienden el idioma?
QUE la alcaldesa de Sant Lluís, Loles Tronch, admita que tiene que llamar a las constructoras para pedir por favor que se presenten a los concursos y evitar que las obras queden desiertas.
QUE Més per Mallorca exija dimisiones por la tala de árboles en la plaza Llorenç Villallonga de Palma y los vecinos protestan, lo que contrasta con el silencio tras la tala de pinos en Ciutadella.
QUE Xisco Cardona criticara a Marc Pons por preguntar en el Parlament sobre la mejora de los puentes de Es Mercadal afectados por la dana «cuando uno está a 50 metros de la casa de sus padres».