Pau Gasol se ha convertido en una estrella en Estados Unidos, no sólo en el baloncesto, sino también para su novia Silvia López, a quien conoció el pasado verano en Sevilla cuando ésta era animadora de la selección española. Tanto es así que la joven de 22 años dejó la península hace tres meses para irse junto al deportista a Los Angeles. Allí está estudiando inglés y a la vez planificando su carrera como nutricionista.
El jugador de baloncesto ha comentado a la revista 'Vanity Fair' que se siente muy cuidado aún teniendo a los suyos muy lejos ya que tiene a una persona trabajando para él. Además, sus padres van de vez en cuando y en estos momentos tiene a su chica que le cuida bastante, aunque confiesa que con el tipo de vida que lleva es muy difícil mantener una relación.
«Por mi carrera es complicado mantener una relación, adaptarse con cierta estabilidad, constancia y éxito. Pero es cuestión de encontrar a la persona adecuada y el momento adecuado. Hay muchas cosas que se tienen que alinear para que funcione». El la ha encontrado, Silvia.
En estos momentos son el punto central de los paparazzi que no dejan de perseguirles, aunque ellos no esconden lo que sienten, pero Gasol reconoce que «es una de las peores partes de la fama». «Espero que en algún momento se apruebe una ley que lo prohíba», señala. Y es que, nada más llegar a la NBA, a Pau le dieron una charla en la que le prevenían de las amenazas y peligros que podría sufrir por ser un jugador de dicho equipo.
«Somos 'personas dianas', como nos llaman aquí. Por la atracción que generamos, por el dinero que ganamos, por la fama que tenemos y porque mucha gente piensa, con más o menos razón, que los deportistas no tenemos una formación o una inteligencia alta y que se nos puede engañar fácilmente» señala Pau.
El jugador tiene 30 años y confiesa que ya piensa en el futuro fuera de las canchas. Tal vez ese tiempo de descanso le haga plantearse su vida familiar.