La actriz se ha confesado en una entrevista con Allure en la que ha opinado sobre el paso del tiempo y sus efectos sobre el cuerpo. Julianne Moore no está dispuesta a pasar por el quirófano para mejorar su aspecto, sino que prefiere aceptar que ha llegado a la cincuentena y cuidar su piel al máximo para tener un buen aspecto de forma natural.
A sus cincuenta años, Julianne Moore sabe cuál es el secreto para mantener su belleza: aceptarse tal y como es. La actriz se resiste a la cirugía plástica y no entiende cómo otros pueden preferir un aspecto artificial antes que asumir sus defectos.
«Odio condenar a la gente por ello, pero no creo que estén mejorando su apariencia», ha declarado Julianne en una entrevista para Allure. «Les da un aspecto raro. Emocionalmente reconocemos que algo no encaja, instintivamente no nos resulta atractivo».
Aunque no quiera ver un quirófano ni en pintura, Julianne reconoce que sí debe cuidarse la piel, ya que al tenerla tan clara el Sol puede perjudicarla: «Llevo manga larga y unas bermudas. No es muy sexy, pero así me mantengo tapada. Mi marido lo odia».
Ella tiene claro que el paso del tiempo no puede detenerse, así que prefiere disfrutar d ela vida y asumir que está empezando la cincuentena: «Me sorprende que la gente no reconozca que ha alcanzado la mitad de su vida. Multiplica por dos la edad que tienes, a ver el resultado».
Y es que la edad no es un impedimento de ningún tipo para la actriz, que no tiene problema en seguir trabajando como modelo: «Me autodenomino la modelo de los cien años».