Desde que en diciembre comunicó que padece leucemia y que dejaba de presentar el informativo matinal de Telecinco para luchar contra su enfermedad, no se tenía fotografía alguna de Concha García Campoy. Cinco meses más tarde, imágenes de la periodista salen a la luz y corroboran lo que ella misma contaba a través de las redes sociales: que se encuentra bastante recuperada mientras está a la espera de un trasplante de médula.
Con aspecto deportivo y ataviada con un gorrito y con unas gafas de sol oscuras, la presentadora se dejó ver por las calles de Madrid disfrutando de una jornada de compras acompañada por su pareja, Andrés Vicente Gómez, y por su hija pequeña, Berta, de 14 años, y fruto de su matrimonio con el escritor Lorenzo Díaz, con quien tiene otro hijo, Lorenzo, de 19 años.
Junto a dos de sus principales apoyos en estos difíciles momentos, Concha no solo salió del centro comercial cargada de bolsas, sino también de sonrisas. Y es que el cariño de sus amigos y de su familia está siendo esencial para la pronta recuperación de la presentadora.
Según se puede apreciar en las fotografías que publica la revista 'Lecturas', Concha aparece muy recuperada, algo que ya contó a través de la red social Twitter. Tras haber respondido muy bien a los ciclos de quimioterapia, la presentadora ahora espera someterse a un autotrasplante de médula.
Esperanzada y optimista, Concha está afrontando la enfermedad con bastante firmeza. Así lo aseguró hace unas semanas en una entrevista publicada por la revista de la Academia de Televisión, donde relató que dicho autotrasplante estaba cada vez más cerca.
También contó que, desde que tuvo que abandonar su trabajo al frente de Telecinco, ha estado «muy activa» para hacer actividades para las que antes no tenía tiempo. El estudio, la escritura y el cine han sido, entre otras, los principales hobbies a los que se ha dedicado para hacer «más llevadera» su estancia en el hospital.
En la entrevista tampoco faltaron agradecimientos a todos aquellos que le han ofrecido muestras de cariño desde que conocieron su enfermedad, ya que le han servido para afrontar ésta con muchas ganas por luchar y por vivir.
De hecho, Concha aseguró que está viviendo «a fondo esta etapa emocionalmente tan importante, tan definitiva, tan hermosa, después de todo».