Desde que Angy culminara su andadura en el concurso de talentos «Factor X» como finalista, han pasado más de seis años en los que su repercusión televisiva no ha tenido parangón con la musical. Ella, que cree que nació para cantar, persistió pese a su pesimismo natural y esta semana publica su segundo disco.
«No me voy a hundir», se dijo a sí misma esta joven cantante y actriz que protagonizó la serie «Física o química» y ganó la primera edición del concurso «Tu cara me suena», pero a la que no le llegaba la oportunidad de demostrar de nuevo en un estudio su talento vocal desde que publicara «Angy» (2008).
Mónica Naranjo le presentó al productor de su disco «Tarántula», el británico Chris Gordon, y juntos se pusieron manos a la obra para facturar su segundo álbum, «Drama queen» (Sony Music), un álbum de rebosante pop europeo, con claro toque eurovisivo y un título especialmente apto para esta «teatrera» y sufridora.
«Me considero una reina del drama, el título me viene al pelo», ha reconocido hoy Ángela María Fernández, alias Angy (Palma de Mallorca, 1990), durante una entrevista con Efe en Madrid.
En «Drama queen» canta en inglés, como acostumbra, lo que le permitirá proyectar fuera de España un disco grabado en Glasgow (Escocia), que tiene un sonido internacional y que, aunque «habla mucho de desamor», tiene una onda mayoritariamente vitalista que da «buen rollo».
«This is the beginning of a new life» canta en «Intro», el único corte compuesto por ella misma, con el que quiere reflejar que ha empezado «un nuevo camino positivo, rodeada de buena gente».
«Me he quitado de encima a personas que no me hacían bien en la vida, pero ahora estoy rodeada solo de cosas buenas y el resultado es este disco», afirma Angy, que lamenta que en el ámbito del espectáculo, en el que empezó muy joven (a los 16 años), falta mucha honestidad.
En ese sentido, agradece las muestras de sinceridad y los toques de atención de algunas personas, que le dijeron que «o dejaba de ser tan negativa o no llegaría a nada».
«Llegó un momento en el que, al no sacar disco, estaba triste, pensando que quizás no podía hacer nada en el mundo de la música, pero yo creo que he nacido para esto y ha habido gente que me ha empujado», ha confesado.
Reconoce haber sentido «envidia sana» por su compañera en «Factor X» Leire Martínez, exitosa vocalista de La Oreja de Van Gogh, como también haber sentido temor de que su carrera siguiera el mismo destino que la ganadora de aquel concurso, María Villalón, que se ha visto obligada a compaginar la música con un trabajo en una cadena de comida rápida.
«Me ha venido a la cabeza que, si algún día no me queda trabajo en esto, me pondré a vender ropa. He pensado muchas veces irme a Los Ángeles, que es mi sueño, y si allí tengo que ponerme a trabajar en una tienda, no se me caerán los anillos», afirma.