La Infanta Cristina tiene una nueva ilusión. El periodista Juan Luis Galiacho ha asegurado este domingo en Fiesta que la hermana de Felipe VI está enamorada de nuevo. «Está contenta, está feliz. Parece ser que va por Barcelona con esta persona, pero siempre con un grupo de amigos. Es una relación afianzada», ha explicado en el programa presentado por Emma García. Eso sí, Cristina intenta llevar esta nueva relación con el mayor secretismo posible «porque está en los tramites del divorcio».
Respecto a la identidad de este hombre, el colaborador televisivo ha aportado algunos detalles: «No sé si vive en la ciudad condal, pero se deja ver con él en Barcelona. Al poco de la ruptura de la infanta se empezaron a conocer y la relación se ha consolidado en las últimas semanas. Le han pedido que no se dejen ver porque consideran que esta relación cambiaría la imagen de ella, algo que podría afectar a la negociación». Al ser preguntado por la presentadora sobre si Iñaki Urdangarin es conocedor de esta información, Galiacho ha bromeado: «Pue si está viendo Fiesta, seguro».
Alejandra Prat ha añadido este lunes en Y ahora Sonsoles que «se trataría de un empresario, de la alta sociedad barcelonesa, con apellido ilustre y que ha estado siempre en el entorno de doña Cristina». Respecto a los trámites del divorcio, Galiacho ha concretado que en una notaria de Lausana ya están trabajando en todos los documentos: «A partir del 6 de junio planean divorciarse. El 5 de junio cumple Irene los 18 años. Se va a hacer después porque al ser mayor de edad, pero dependiente, tendría que ir a supervisar las condiciones. Si fuera menor, tendrían que ir al juzgado». En relación al tema económico, Galiacho ha especificado que Iñaki «pide en torno a dos millones de euros, que era lo que le ofrecían por sus memorias, y lo quiere al contado. Además solicita una pensión de unos 25.000 euros al mes».
El ex duque de Palma, por su parte, continúa feliz con Ainhoa Armentia y ambos pasaron unos días de vacaciones en Mallorca. La pareja eligió un lujoso y conocido hotel próximo a Palma, a pocos kilómetros de Marivent para alojarse, y también aprovecharon para navegar con amigos por el Port d'Andratx y comer en el restaurante del club náutico. En todo momento estuvieron acompañados por una pareja de escoltas, una seguridad que perderán en el momento en el que se haga oficial el divorcio.