Nerea acudió al ya emblemático juicio de Gran Hermano, donde se le acusó de ser «celosa, montar pollos y gritar cuando no se le da la razón», como le dijo el juez Pedro Chamorro, quien también medió en el famoso juicio de Albert Infante en GH VIP.
La concursante sorprendió al juez, dado que se declaró culpable. «Me arrepiento de ciertas cosas», asumía. El primer testigo que entró a la sala fue Natalia, madre de Luis y, por tanto, suegra de Nerea. «Creo que es joven y tiene inseguridades, pero intenta rectificar», afirmó.
«Hay una situación anómala», dictaminó el juez. «Ha coincidido usted con otra testigo, a la que ha vetado», reveló Chamorro. «Hemos discutido en plató y no vamos a llegar a un acuerdo, solo a discutir», explicaba Natalia sobre Milagros, la madre de Nerea.
Nerea no entendía lo que ocurría. «¿Qué pasa?», preguntaba preocupada y llevándose las manos a la cabeza, mientras lloraba. «No hay necesidad de que te agobies, solo les he dicho que no iba a discutir con tu madre y me han dicho que primero entraría yo y luego ella», explicó Natalia.
Además, también detalló por qué no había vetado directamente a su consuegra. «Le dije al equipo que no quería venir, pero insistieron en que sí y que se haría de esta forma», reveló. Finalmente, no coincidieron y Nerea fue declarada culpable con el 83% de los votos de la audiencia.