Felipe Juan Froilán de Marichalar y Borbón cumple 27 años. El nieto más mediático del rey emérito, hijo de la infanta Elena y Jaime de Marichalar, ha crecido entre los flashes de la prensa, las anécdotas de patio de colegio y los veranos más tradicionales de la familia real en Mallorca, ese enclave estival donde, con el palacio de Marivent como residencia, se ha convertido como punto de encuentro para la monarquía durante los meses de verano desde hace décadas.
Y si hay un lugar que ha marcado sus etapas vitales, ese ha sido sin duda Mallorca y las aguas que lo rodean. Con motivo de su 27 cumpleaños, repasamos cómo han sido sus veranos mallorquines: un recorrido por casi tres décadas de historia reciente de la Casa Real y sus mejores fotografías del álbum familiar.
Infancia en Marivent: la escuela de vela, los primos y la reina Sofía
Desde muy pequeño, Froilán pasó los veranos en el Palacio de Marivent, la residencia estival de los reyes en la isla. Allí se le veía correr por los jardines junto a su hermana Victoria Federica y sus primos Juan, Pablo Miguel e Irene, hijos de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin; y con la infanta Sofia y la princesa Leonor.
Pero uno de los elementos que más marcaron esa etapa fue su paso por la escuela de vela del Club Náutico de Calanova, donde durante varios veranos asistió a clases de vela. Era tradición familiar: su abuelo don Juan Carlos también aprendió allí, al igual que su tío Felipe VI. En esas primeras imágenes públicas, Froilán, con mirada curiosa, saltaba al agua, remontaba vientos y competía en pequeñas regatas infantiles. Era un Borbón en formación, pero también un niño disfrutando de la libertad del verano. «Froilán era el más revoltoso de los niños, pero el que más se reía. En la vela aprendió a concentrarse», comentaba en 2010 uno de los monitores del club náutico.
Adolescencia: entre paddle surf y salidas nocturnas
A partir de los 16 años, Mallorca dejó de ser solo un lugar de juegos para convertirse en su primer espacio de libertad personal. Y con la mayoría de edad llegó también la vida social. Froilán combinaba sus días en alta mar con salidas por la noche. Se le vio en fiestas privadas en Portals Nous, cenas con amigos, y más de una vez visitó la mítica discoteca Tito’s de Palma, aunque intentando esquivar cámaras.
Ese contraste entre el día deportivo y la noche animada lo convirtió en un personaje fascinante para la prensa. En 2016, asistió a un concierto de Steve Aoki en Magaluf. En otras ocasiones, fue fotografiado saliendo de una corrida de toros junto a su madre y su abuelo. Era la mezcla perfecta: tradición borbónica y juventud inquieta.
Paddle surf, salidas en zodiac y una nueva discreción
En los últimos veranos, especialmente desde 2022 en adelante, Froilán ha optado por un perfil más bajo en Mallorca. Lejos de los escándalos o salidas nocturnas más comentadas, ha abrazado el deporte y la desconexión como fórmula para su verano. Los fotógrafos lo han captado practicando paddle surf en aguas cristalinas cerca de Illetes, a bordo de una lancha con amigos o tomando el sol en cubierta mientras escucha música. También ha disfrutado de jornadas en el mar con su hermana Victoria Federica y primos como Juan Urdangarin, en un ambiente más privado y relajado.
Aunque Froilán ha pasado tiempo en Abu Dabi y ha vivido en Londres, siempre regresa a Mallorca. Para él, no es solo una residencia real: es un símbolo de infancia, refugio familiar y punto de conexión con su madre, su abuela y sus recuerdos. Allí comparte sobremesas con la reina Sofía, desayunos en familia y, cada tanto, una escapada discreta al puerto. Aunque las visitas son más breves y puntuales que en otros tiempos, Mallorca sigue formando parte de su vida.
afbÉs el tercer en línea de successió... imagina't. Res, en Felipe és el darrer