Olivia Molina debutó en televisión como alumna en «Al salir de clase» y diez años después vuelve a las aulas como profesora de «Física o Química», una serie «cañera» que no le parece «tan alejada de la realidad» que viven los estudiantes, que cuentan cada día con «más información y más estímulos».
La joven actriz, de 29 años, defiende a capa y espada «Física o Química» en una reunión con la prensa durante el rodaje de su quinta temporada. «La polémica es buena», responde cuando se le recuerdan las críticas que cosecha esta ficción de Antena 3 por las tramas que ligan a profesores con alumnos o por tratar temas como la homosexualidad, las drogas o los embarazos juveniles.
«La realidad suele superar a la ficción», apunta Olivia, exponente de la tercera generación de una familia de grandes artistas, a quien se ha visto recientemente en la exitosa miniserie «Un burka por amor» (Antena 3).
«Me gusta hacer tele», confiesa la actriz cuando se le pregunta por su decisión de incorporarse a «Física o Química», una serie que «veía -dice- y me gustaba», y que está en las antípodas de «Al salir de clase», que era una producción «casi naif».
Ahora «los tiempos han cambiado» y los jóvenes cuentan «con más información y más estímulos para formar su criterio sobre las cosas, y eso se tiene que hacer ver» en este tipo de producciones, apunta la actriz.
Olivia Molina interpreta a Verónica, la nueva profesora de Literatura, a quien describe como «optimista, libre y de sexualidad muy abierta"; de hecho, la nueva profesora vivirá una triángulo amoroso con Vaquero (Marc Clotet), el profesor de Educación Física, y Berto (Alex Barahona), el encargado de la cafetería del instituto Zurbarán.
De casta
Un personaje del que «surgirán conflictos», avanza la actriz, quien no se había planteado la posibilidad de competir por la audiencia televisiva con su propia madre, Angela Molina, protagonista de la serie «Gran Reserva» (La 1).
En cualquier caso, estalla en risas cuando se le hace ver que seguramente sea la familia que más cuota de pantalla acapare en la televisión española durante una temporada; «Es verdad, no creo que suceda en muchas más», dice la actriz, para quien la relación con su madre nunca se ha establecido en rango de competencia.
«Ni hablamos de esas cosas», zanja amablemente Olivia Molina, a quien le gustaría trabajar con su madre en televisión, «el medio que nos falta», tras compartir cartelera en la cinta «Jara» (2000) y escenario teatral con «El graduado», en 2005.
El teatro es un ámbito que echa de menos «muchísimo», tras haber trabajado durante dos años en diferentes montajes del Centro Dramático Nacional; dada su educación francesa (su padre es el fotógrafo y realizador francés Hervé Tirmarche), le gustaría también hacer cine en Francia, porque lo considera «comprometido y de calidad».
En un momento en que las televisiones proyectan todo tipo de miniseries sobre artistas legendarios, Olivia Molina confirma que su familia ha recibido ofertas para llevar a la pantalla la vida de su abuelo, el mítico cantante Antonio Molina, y confiesa que no le importaría participar en ella, ya que no cree que «nadie lo hiciera con tanto amor».
No obstante, considera que es un terreno «delicado», porque «*quién trata su figura -se pregunta- como sentimos la familia que se merece?».
A Olivia le gustaría meterse en la piel de «mujeres poderosas, que cambian el curso de las cosas», por ejemplo, de Juana La Loca y, dentro de la historia contemporánea, de Dolores Ibarruri, La Pasionaria, la histórica dirigente del Partido Comunista de España.
«Física o Química», una producción de «Ida y Vuelta», no tiene aún fecha definitiva de estreno, aunque Antena 3 ha organizado este miércoles una «premiere» en la que sus protagonistas desfilarán por la alfombra roja de un céntrico cine madrileño.