Antonio Banderas, que estos días estrena en pantallas de todo el mundo la versión en castellano de su último filme, «El Gato con Botas: el último deseo», también ha pedido un deseo a 2023: «Me gustaría que todos abandonáramos un poco el yo y nos centráramos un poquito más en el nosotros». El malagueño (1960), que está actualmente trabajando en Madrid, donde le quedan unos días de representar su espectáculo Company, compartió con EFE su tristeza por esta cuestión que le preocupa mucho y a la que no ve fácil arreglo.
«No nos escuchamos, estamos encerrados cada uno en nuestra parcela y nos hemos puesto una coraza alrededor, y yo tengo razón y tú no la tienes, y ya está. Y así nos va», se lamenta el intérprete. El actor se vio abocado a continuar interpretando a su personaje, que apareció por primera vez en «Shrek 2» en año 2004, ya que su felino con acento andaluz y gorro de espadachín, al estilo Los tres mosqueteros, arrasó entre el público y acabó por ser el protagonista de su propia película en 2011.
Ahora, diez años más tarde, Banderas vuelve a calzarse las botas de su amigo cuya primera misión era acabar con el ogro verde de Shrek, pero en lugar de eso, y gracias a una mirada muy especial, su mirada «cuqui», se hacen amigos y Gato se queda con la pareja de ogros, en una variación del cuento clásico infantil. También aparece en «Shrek Tercero» (2007) y en «Shrek: Felices para siempre» (2010); en esta última, el Gato ha gastado ocho de sus nueve vidas -según la creencia estadounidense, siete en los países latinos- y debe olvidarse de riesgos heroicos y cuidarse, como los humanos, o pronto no podrá contarlo.