Netflix ha estrenado este pasado mes de abril El Caso Asunta, un docuserie que ha rescatado el crimen que acabó con la vida de Asunta Basterra Porto, una niña de 12 años que vivía con sus padres en Santiago de Compostela. La investigación concluyó culpables de asesinato a los padres de la niña, Alfonso Basterra y Rosario Porto, y los condenó a 18 años de prisión.
Tal y como se puede ver en la serie, protagonizada por Tristán Ulloa en el papel de Basterra y, Candela Peña en el de Porto, la relación entre ambos estaba llena de complicaciones y, finalmente, habían decidido separarse. En el año 2020, después de varios intentos fallidos, Rosario Porto se suicidó en la cárcel. El padre, Alfonso Basterra, sigue ingresado en prisión y cumplirá la pena, como mínimo, hasta el años 2031.
La madre de la niña pertenecía a una destacada familia de abogados gallegos con un gran patrimonio, tanto la madre como el padre fallecieron antes del crimen de la niña y ella era la única heredera. El creador de contenido Abel Planelles ha publicado un vídeo en redes sociales en el que revela qué pasó realmente con la herencia de Porto, entre la que había más de tres millones de euros, varias propiedades y obras de arte.
Al suicidare en la cárcel, como sus padres habían muerto y su hija había sido asesinada, Porto dejó su herencia a sus abogados y a su mejor amiga. Por su parte, los abogados no aceptaron por cuestiones morales, pero su amiga sí que la recibió. Esta señora vendió todas las propiedades, a excepción de la casa donde supuestamente acabaron con la vida de la pequeña.