La Zorra de Nebulossa se va de Eurovisión 2024 sin presa, con un puesto vigésimo segundo para España, pero con el buen sabor de boca de haber forjado una actuación hipercoreada, en una edición que finalmente fue para el suizo Nemo y su defensa de la diversidad de género.
El dúo Nebulossa puede decir que ha conseguido llevar un proyecto independiente y modesto al que hace solo un año no acudió nadie a ver en concierto a que más de 15.000 personas en una ciudad sueca entonaran a voz en grito y de principio a fin una canción por la dignidad femenina frente a los estigmas machistas.
Destacables han sido también la aparición por Reino Unido del alma de la banda global Years & Years, Olly Alexander, con un homenaje a la música de The Pet Shop Boys, así como la cumbia experimental de la italiana Angelina Mango, con un nuevo vestuario en negro o la elegante presentación de la portuguesa Iolanda.
Ya en el tramo final se han acumulado algunos de los grandes favoritos. Primero Nemo, que con The Code ha hecho gala de su talento como rapero y cantante de tesitura lírica, todo saltando sobre una inestable plataforma giratoria que en un principio lo arrastra, como las convenciones sociales, hasta que aprende a surfearlas y, como reza el estribillo, "rompe el código".
El croata Baby Lasagna ha combinado el influjo de Rammstein con elementos visuales y musicales del folclor de su país, para reflexionar así sobre el éxodo forzoso de miles de estudiantes de su país para buscarse la vida en otro. Para terminar, el francés Slimane, con un cercano diálogo de tú a tú con la audiencia como "partenaire" sentimental, en coordenadas musicales de clásica canción francesa y un nada habitual fragmento "a capella" a metro y medio del micrófono que pasará a la historia del festival.