Mediaset España ha tomado la decisión de prescindir de Alessandro Lecquio como colaborador del programa matinal 'Vamos a ver' de Telecinco, tras recibir documentación judicial que da verosimilitud a las acusaciones de maltrato formuladas por su exmujer, la modelo italiana Antonia Dell'Atte. La cadena comunicó este miércoles 12 de marzo de 2025 al tertuliano que no continuará en el espacio televisivo, poniendo fin así a una larga trayectoria como comentarista en diferentes formatos de la cadena.
El origen de esta controversia se remonta a hace más de dos décadas, cuando Dell'Atte, madre del primer hijo de Lecquio, denunció públicamente haber sido víctima de malos tratos durante su relación matrimonial en los años 90. En 2004, Lecquio interpuso una demanda por calumnias contra su exesposa que fue desestimada por un juzgado de Barcelona, el cual consideró que existían indicios suficientes para dar credibilidad a las afirmaciones de la modelo italiana, aunque los presuntos delitos ya habían prescrito legalmente.
La situación se ha reactivado recientemente después de que Dell'Atte reiterara sus acusaciones en una entrevista concedida al diario El País, además de en diversos medios radiofónicos. Sin embargo, el factor determinante para la decisión de Mediaset ha sido la recepción de una copia del auto judicial de Barcelona que aplicaba el principio de «exceptio veritatis» (excepción de la verdad) a favor de Dell'Atte, lo que implica un reconocimiento judicial de que la modelo no faltaba a la verdad cuando calificaba a Lecquio de maltratador.
Según fuentes cercanas a la cadena, tras conocer la entrevista publicada, los responsables de Mediaset mantuvieron una reunión con el representante legal de Antonia Dell'Atte, aunque en ese momento ni el abogado ni la propia afectada disponían del documento judicial que respaldaba sus afirmaciones. Posteriormente, el letrado solicitó al juzgado correspondiente un duplicado del auto, que finalmente llegó a manos de los directivos de Mediaset este martes 11 de marzo.
La dirección de la cadena estudió detenidamente la documentación recibida y, a pesar de que el texto no constituye una condena formal por malos tratos, consideró que la situación era incompatible con la presencia de Alessandro Lecquio en sus programas. Tras una reunión mantenida con Unicorn Content, productora del espacio 'Vamos a ver', se tomó la decisión conjunta de prescindir inmediatamente de sus servicios, comunicándoselo al afectado el mismo miércoles tras la emisión del programa.
Como consecuencia de esta determinación, Lecquio ya no aparecerá en pantalla a partir de este jueves 13 de marzo. Ahora, la productora deberá gestionar los aspectos legales del despido, puesto que el colaborador contaba con un contrato en vigor que deberá ser rescindido, lo que podría derivar en futuras reclamaciones laborales según apuntan fuentes del sector.
Las repercusiones mediáticas del caso
La salida de Alessandro Lecquio de Mediaset ha generado un considerable impacto en el panorama televisivo español, donde el tertuliano había conseguido establecerse como una de las figuras más controvertidas y reconocibles de los programas de actualidad y crónica social. Su presencia en espacios como 'El programa de Ana Rosa', 'Viva la vida' y, más recientemente, 'Vamos a ver', le había convertido en un rostro habitual para la audiencia de Telecinco.
Hay que recordar que la relación entre Alessandro Lecquio y Antonia Dell'Atte ha estado marcada por la polémica desde su ruptura en 1994. Ambos mantuvieron un matrimonio de cinco años (1987-1992) del que nació Clemente Lecquio, su único hijo en común. Tras su separación, las tensiones entre ambos han sido constantes y han protagonizado numerosos enfrentamientos públicos en platós de televisión y medios de comunicación.
La modelo italiana ha sostenido durante años haber sido víctima de maltrato durante su convivencia con Lecquio, unas acusaciones que él siempre ha negado categóricamente. Sin embargo, el auto judicial mencionado parece dar credibilidad a la versión ofrecida por Dell'Atte, lo que ha terminado por precipitar la decisión de Mediaset de prescindir de sus servicios como colaborador.
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