La expectación crece en torno a las próximas Campanadas y una de las protagonistas de la noche, Cristina Pedroche, visitará el plató de El Hormiguero este miércoles para ofrecer algunas pistas sobre las sorpresas que prepara para su duodécima retransmisión para Atresmedia. La presentadora volverá a compartir la retransmisión con el reconocido chef Alberto Chicote y como novedad este año el evento podrá seguirse de forma simultánea a través de Antena 3, La Sexta y la plataforma atresplayer, ampliando así su alcance a una audiencia aún mayor.
Cuando deja a un lado el trabajo, Pedroche también disfruta de momentos de desconexión y uno de sus lugares favoritos para hacerlo es Menorca. En el año 2024 se alojó junto a su marido, el chef Dabiz Muñoz, y su hija Laia en el aclamado hotel Torralbenc. Este establecimiento ha cosechado múltiples galardones y reconocimientos, consolidándose como un referente del agroturismo de lujo en España. El propio Dabiz Muñoz, en un gesto que subraya la excepcionalidad del lugar, compartió en sus redes sociales una instantánea del hotel acompañada de la elocuente frase: «Imposible estar mejor».
Todo en Torralbenc, desde su situación privilegiada hasta su cuidada arquitectura, pasando por su exquisita gastronomía local, las propuestas de bienestar, las posibilidades de ocio en la isla, el equipo humano y su filosofía, recoge el espíritu menorquín. El objetivo es que los visitantes puedan disfrutar de una estancia tranquila y renovadora, en plena conexión con la naturaleza y con las tradiciones de este paraíso mediterráneo. Este enfoque holístico es lo que, sin duda, ha cautivado a la presentadora y a su familia, ofreciéndoles una experiencia de desconexión y disfrute que va más allá de un simple alojamiento.
El hotel Torralbenc no es un establecimiento cualquiera; se trata de una finca tradicional menorquina que ha sido meticulosamente transformada en un exclusivo complejo de agroturismo de lujo, que además alberga su propia bodega. Esta impresionante propiedad, que abarca 74 hectáreas, está compuesta por un conjunto de edificaciones históricas que datan de los siglos XIX y principios del XX. Originalmente, estas construcciones estaban dedicadas a las actividades ganaderas y agrícolas, tan características de la isla de Menorca.
La esencia de Torralbenc reside en su capacidad para fusionar la historia y la tradición con el confort y la sofisticación contemporánea, ofreciendo a sus huéspedes una experiencia verdaderamente única. Su filosofía se centra en la conexión profunda con el entorno natural y la cultura local, permitiendo a los visitantes sumergirse en la auténtica vida menorquina y disfrutar de la calma que solo un lugar así puede ofrecer. La calidad y el prestigio del hotel Torralbenc están avalados por una serie de importantes reconocimientos. Fue galardonado como el tercer mejor hotel de España y Portugal en los prestigiosos Condé Nast Travellers 2023 Readers' Choice Awards, un testimonio de la satisfacción de sus huéspedes y la excelencia de sus servicios.
Además, su compromiso con la alta cocina ha sido reconocido con una Llave Michelín por la Guía Michelín 2024, un distintivo que subraya la calidad de su propuesta gastronómica. La vasta extensión de la finca de Torralbenc, que comprende 77 hectáreas, se integra de manera armoniosa con el paisaje agrícola circundante. De esta superficie, 14 hectáreas están dedicadas al cultivo de viñedos y a la bodega propia del hotel, donde se produce su vino exclusivo de Menorca. Un paseo por los terrenos del hotel revela la riqueza histórica y cultural de la isla, con la presencia de construcciones típicas del campo menorquín.
Entre ellas se encuentran las tradicionales casas de campo, las eras, los antiguos establos y las emblemáticas paredes secas, levantadas con piedras sin argamasa y utilizadas históricamente para delimitar parcelas. Además, Torralbenc alberga restos arqueológicos de gran valor, que datan del siglo II a.C., incluyendo las singulares taulas, monumentos talayóticos exclusivos de la isla de Menorca. Todo este conjunto se enclava en un entorno natural privilegiado, a tan solo tres kilómetros del mar Mediterráneo, rodeado de extensos campos de cultivo, bosques de ullastres y el característico sotobosque mediterráneo, con especies como aladiernos, jaras y lentiscos, que contribuyen a crear una atmósfera de paz y belleza inigualable.
La elección de Menorca como destino vacacional por parte de figuras públicas como Cristina Pedroche no es casualidad. La isla balear se ha consolidado como un refugio de tranquilidad y belleza natural, alejado del bullicio de otros destinos más masificados. Su declaración como Reserva de la Biosfera por la UNESCO en 1993 ha contribuido a preservar su paisaje virgen, sus calas de aguas cristalinas y su rica biodiversidad. Menorca ofrece una combinación perfecta de turismo de lujo discreto, experiencias gastronómicas auténticas y una profunda conexión con la naturaleza y la cultura local. Establecimientos como Torralbenc encarnan esta filosofía, proporcionando un ambiente de exclusividad y bienestar que atrae a quienes buscan una escapada renovadora y auténtica.
Hace años tenía su gracia pero dese que está con con el de la cresta ya no es la misma al igual que la Pilat Rubio.