El festival internacional de Sitges contó en su última edición con Repsol como proveedor multienergía y a través de esta colaboración logró evitar la emisión de más de 13 toneladas de CO2 a la atmósfera gracias al suministro de más de 5.000 litros de combustible 100% renovable que cubrió las necesidades energéticas del festival y para la flota de vehículos encargada de los traslados de invitados y trabajadores.
El eventó cumplió este año su edición número 57. Reconocido como el mayor evento del cine fantástico y de terror a nivel internacional, edición tras edición cuenta con una gran repercusión mediática que cada año reúne a los rostros más importantes del panorama actual y numerosos aficionados al cine. Este año se espera que se haya superado las cifras récord del año anterior, cuando registró más de 158.000 asistentes y un impacto económico a la ciudad superior a los ocho millones de euros.
El festival catalán, cuyo símbolo es la figura del gorila más famoso del cine -King Kong-, empezó siendo un pequeño encuentro de fans del cine de género para hacer de Sitges algo más que un lugar de veraneo. Ahora ha acabado siendo un referente global del cine fantástico que ha recibido en sus certámenes a artistas internacionales como Quentin Tarantino, Nicolas Cage, Anthony Hopkins, J.A. Bayona o Álex de la Iglesia, que contó este año con figuras de la talla de Steven Soderbergh, Quentin Dupieux, Mike Flanagan o Alexandre Aja.
Durante los diez días que duró el festival se proyectaron cerca de 350 películas entre largometrajes y cortometrajes de terror, fantasía o ciencia ficción, los tres géneros por excelencia del Sitges. Además, y como viene haciendo en los últimos años, el encuentro ofreció actividades fantásticas paralelas al certamen como la popular Siteges Zombi Walk, concursos de maquillaje terrorífico, juegos de mesa en la calle o talleres de máscaras, que sirvieron para dinamizar la ciudad y atraer a multitud de asistentes a este encuentro dedicado al término conocido como 'fandom' o comunidad de aficionados, en este caso, al cine fantástico y de terror.
Conscientes de la importancia por reducir emisiones, el festival contó por primera vez en su historia con Repsol como proveedor multienergía. Gracias a esta colaboración, el festival logró evitar la emisión de más de 13 toneladas de CO2 a la atmósfera gracias al suministro de más de 5.000 litros de combustible 100% renovable que cubrió las necesidades energéticas del festival y para la flota de vehículos encargada de los traslados de invitados y trabajadores.
Además, se proporcionó energía a través de placas solares que iluminaron distintos espacios como el escenario del King Kong Área donde se entregaron los premios a los mejores disfraces de la Zombi Walk, el photocall del Mirador donde posaron los artistas por la alfombra roja o la carpa de circo que instaló la compañía para que los asistentes pudieran vivir una experiencia recreativa y conseguir una foto transformados en criaturas fantásticas.
SAN SEBASTIÁN Y MÁLAGA
España también cuenta con otros encuentros cinematográficos de referencia como el festival internacional de San Sebastián, el único de certamen de clase A en el país -la categoría más importante de cuantas existen– que reúne cada año a grandes figuras del cine como este año con Johnny Deep o Cate Blanchett; o el Festival de Málaga y la gala de los Premios Goya, reconocidos por promover la industria del cine español y ser escaparate para los profesionales del sector audiovisual, que también redujeron su huella de carbono con Repsol.
El reciente festival de San Sebastián contó con tres grupos electrógenos de combustible 100% renovable que cubrieron las necesidades energéticas de la fiesta de clausura en el palacio Miramar y un photocall inspirado en el cine de época para los asistentes que instaló Repsol en la plaza Okendo y que operó con energía solar. La compañía también favoreció los traslados de invitados y trabajadores del certamen con el suministro de su combustible 100% renovable.
Por su parte, el festival de Málaga también empleó combustible 100% renovable para la flota de vehículos oficiales que transportaron a los invitados a la alfombra roja y, más vinculado a movilidad, Repsol y Vueling operaron un vuelo sostenible de Barcelona a la ciudad malagueña coincidiendo con el inicio del festival. Avión en el que se proyectó un corto en primicia que participaba este año en el certamen. Ambas compañías colaboraron para suministrar una cantidad de combustible sostenible equivalente al 50% del consumo del vuelo.
La gala de los Premios Goya también contó con combustible 100% renovable para la flota de vehículos oficiales que transportaron a los invitados. Además, los vehículos eléctricos del festival también pudieron hacer uso de la red de recarga pública que Repsol tiene en la capital del Pisuerga, donde se celebró la gala.