Con la llegada del frío y los días más cortos es un buen momento para realizar el cambio de armario. Los pantalones, camisetas, bañadores o vestidos de verano ya han hecho su función durante varios meses y ahora hay que sustituirlos por abrigos, jerséis, sudaderas o pantalones cortos. Para conseguir de una forma simple, rápida y efectiva realizar el cambio de armario en otoño, te dejamos unos cuantos consejos. Eso sí, antes de empezar, compra o consigue cajas de plástico, de cartón o bolsas de vacío herméticas ya que serán tus grandes aliadas.
El primer paso para que el resultado sea efectivo es sacar toda la ropa del armario, incluida la interior. Es muy importante que todas las prendas que vayas a guardar estén lavadas y tengan buen olor. Despeja una zona de la casa para colocarlo todo y arma pilas con el criterio de separación que creas conveniente. En ese momento analiza cada prenda y decide si la seguirás usando en un futuro o la retiras para siempre de tu colección. Siempre está la opción de poner en una bolsa la ropa que no quieras para donar o regalar a otra persona.
Ahora ha llegado el momento de colocar la ropa de verano que decidas conservar, en cajas o bolsas, antes de sacar la de invierno. Como consejo siempre es útil dejar alguna prenda veraniega a mano para cuando empiece a hacer más calor. Una vez saques la ropa de abrigo ordena las vestimentas. Lo puedes hacer por color, tipo de material o estilo. Después airea las prendas y mientras tanto limpia profundamente el armario por dentro. El siguiente paso es decidir también que indumentaria de otoño quieres que siga en el ropero. Una vez terminado este proceso ha llegado el último paso, el momento de mirar si las prendas huelen bien, ordenarlas e introducirlas en el armario. Recomendamos que intentes colocarla a la vista, más que nada, porque sino esas prendas pueden quedar en el olvido, ya que solemos tener tendencia a coger la que se sitúa en la parte superior.