Que levante la mano quien no le ha dicho en alguna ocasión a su pareja: «Eres mi media naranja», ¿pero realmente sabemos de dónde proviene esta expresión tan utilizada? Lo que sí tenemos claro al decirla es que la persona a la que se lo expresamos nos complementa, nos hace felices; es, por decirlo de alguna manera, nuestro amor platónico. Y es, precisamente de esta última palabra, de donde proviene dicha expresión.
El origen viene de Grecia, más concretamente de una obra de Platón titulada 'El Banquete'. En este texto, Aristófanes, un comediógrafo griego, nos cuenta que los humanos somos tan perfectos que tenemos forma esférica, (como una naranja), en ambos lados tenemos rostro, cuatro brazos y cuatro piernas. De hecho nos creíamos tan insuperables que nos llegamos a considerar dioses.
Esto hizo enfurecer a Zeus, así que con uno de sus rayos nos dividió en dos y como castigo nos hizo seres incompletos, obligándonos de esta manera a ir vagando por el mundo en busca de nuestra otra mitad. Al cabo de un tiempo Zeus se dio cuenta de que se había excedido con esta medida y le pidió al dios Hermes que les girase el lado del rostro del mismo lado donde tenían el sexo para que, de esta manera, ser más fácil poder encontrar a su otra mitad y estar finalmente completos.
Para finalizar, se tiene que recordar que este dicho es un mito, todos somos diferentes y no necesitamos de nadie para completarnos, al igual que también tenemos nuestras virtudes y nuestros defectos y el estar con otra persona es aceptar esto. Quizás esta historia que ha pasado de generación en generación hace que la sociedad idealice el amor romántico, pero en el fondo siempre y ante todo hay que tener amor por uno mismo. Una vez que se tenga tener claro que la persona que esté en nuestra vida no es para completarnos sino para sumarnos.